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Día Mundial de la Juventud

Todas las generaciones, a su manera y con sus recursos, han sabido lidiar con las circunstancias y dificultades que le han correspondido para encarar

Día Mundial de la Juventud
Mauricio Farah / Todos Somos México / Opinión El Heraldo de México Foto: Heraldo de México

Actualmente hay 38 millones de mexicanas y mexicanos de entre 12 y 29 años de edad, que representan 30 por ciento de la población del país.

Allí está la fuerza física e intelectual que en una o dos décadas se hará cargo de la nación. 

Nuestros jóvenes forman parte de los mil 200 millones que hay en el planeta, los que representan alrededor de 16 por ciento de la población mundial.

Comparten con ellos desafíos propios de esta generación, vigentes en la mayoría de los países, tales como el hecho de que el boom tecnológico, más que una etapa, es ya una permanente carrera hacia lo desconocido. 

En otro ámbito, comparten también el desafío que implica la transición del mercado y del empleo tradicional a uno con características distintas, que ya ha empezado a perfilarse, pero que habrá de seguir evolucionando en los próximos años.

Por otra parte, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, 14 por ciento de los jóvenes entre 15 y 24 años padecen problemas de salud mental, incluidos la ansiedad, la depresión y el estrés, “los que se exacerbaron con la pandemia del Covid-19 y se acentúan con la presión de las redes sociales”.

Otro frente es el cambio climático, tan anunciado, tan temido, y a la vez tan desdeñado, o evadido, especialmente por los gobiernos, que parecen creer que ya habrá alguien que se haga cargo de ello, cuando llegue, si es que llega, sin reconocer que ya hemos padecido diversas expresiones de su arribo. 

Dice Yuval Noah Harari que si una persona se hubiera dormido en el año mil, y despertado en el 1500, habría podido adaptarse con facilidad al mundo que encontraba a su retorno, pero que no podría hacerlo quien, luego de dormirse en el año 1500, despertara en el 2000.

Ahora no necesitamos cinco siglos para advertir la diferencia. De una generación a otra se producen cambios inusitados, algunos de los cuales se globalizan vertiginosamente, lo que incluso sucede en el transcurso de una misma generación.

Hasta ahora se ha identificado a la rapidez en los avances científicos y tecnológicos como una medida del progreso, y sin embargo, ya se han realizado esfuerzos excepcionales de contención, como ocurrió con la clonación y empieza a pasar con la inteligencia artificial, en cuyo caso múltiples voces demandan urgente regulación.

Avanzar y contener quizá sea la fórmula que tendrá que administrar la juventud actual en su momento. Si es esa o es otra, lo hará bien.

Hace casi dos mil quinientos años, Hipócrates se quejaba de la siguiente generación: “Los jóvenes de hoy no parecen tener respeto alguno por el pasado ni esperanza ninguna por el porvenir.”

Una y otra vez, en dos milenios y medio, muchos han repetido este u otro pronóstico similar, y siempre ha fallado, porque todas las generaciones han enfrentado sus propios desafíos, incluso en condiciones malas o catastróficas. Y todas las generaciones, a su manera y con sus recursos, han sabido lidiar con las circunstancias y dificultades que les ha correspondido encarar.

POR MAURICIO FARAH

ESPECIALISTA EN DERECHOS HUMANOS

@MFARAHG

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