“Una sola cosa nos explica la historia y es en qué consisten los malos gobiernos” Thomas Jefferson
Al momento de escribir este artículo, la autopista Arco Norte lleva más de 70 horas bloqueada por el paro de ejidatarios de Hidalgo, Puebla y Tlaxcala, mismos que exigen el pago derivado de las afectaciones que les ocasionó la construcción de esta carretera hace 18 años. Largas filas, automovilistas y transportistas entrampados, legítima demanda por los ejidatarios, rutas alternas que, a consecuencia de esto, están saturadas, no se vislumbra una pronta resolución, productos y personas que no pueden llegar a su destino, entre otras cosas, y las autoridades ni sus luces.
A decir por el presidente del comisariado ejidal de Santa María Atipac, Gumaro Curiel, se concertó una cita con autoridades de la Secretaría de Gobernación para que se resuelva esta situación con demandas muy puntuales: “La petición concreta es que nos paguen nuestros terrenos, nos den el avalúo y nos digan cuándo nos pagan y cuánto. Solo pagaron hace 18 años un permiso, pero no han sido expropiadas las tierras que son de los ejidatarios”, comentó. Por lo que el bloqueo carretero continuará hasta después que se lleve a cabo la supuesta reunión, pero dijo que “siempre y cuando se llegue a un acuerdo en beneficio de los ejidatarios y si no, no se abre. Vamos a estar el tiempo que sea necesario”.
Este cierre de la carretera afecta a todos y a todas, incluso a las autoridades mismas, pero ¿por qué no hacen nada para resolverlo? Considero que al ser una problemática “heredada” no deben tener claridad de las peticiones ni, por supuesto, las respuestas necesarias, sin embargo siempre debe existir una apertura al diálogo para la resolución pacífica de conflictos, además de los expedientes previamente estudiados para no generar vacíos ni confusiones con las y los ejidatarios demandantes. Y si la única solución es el pago de dichos terrenos, pues que se paguen con los “ahorros” de la austeridad republicana. Que sea justo para las partes y que ya se resuelva este conflicto.
El problema no solo es el bloque a esta carretera, es cómo se han tratado las problemáticas públicas en todo el sexenio. La administración pública no ha existido en lo que va del mandato y del servicio civil de carrera poco o nada se puede decir. Ejemplos hay muchos, desde el aeropuerto, pasando por la administración de Pemex, la exagerada concentración de militares realizando tareas de funcionarios civiles, el debilitamiento del sistema de salud o el educativo, la falta de liderazgos dentro del gobierno para atender las distintas demandas, etc.
Veremos si la secretaria de Gobernación toma cartas en este asunto o, al menos, alguien dentro de esta dependencia o cualquier otra para que se resuelva en cuanto antes este conflicto. Y, de fondo, que con la llegada del nuevo gobierno se tome en serio al funcionariado federal en todas sus secretarías y entidades públicas. Desde la visión de Woodrow Wilson, aunque la política y la administración pública vayan por caminos paralelos, sin una burocracia capacitada, efectiva y resolutiva, la política encontrará muchos más problemas para trascender en la vida de la sociedad.
POR ADRIANA SARUR
COLABORADORA
PAL