Pensando en beisbol

El arte de la estafa...

Cualquier serie entre Boston y NY saca chispas, pero en Fenway Park, y con los locales vestidos de amarillo estuvimos con una ocasión de récord con nueve robos de base

El arte de la estafa...
Alejandro Aguerrebere / Pensando en béisbol / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

No estamos hablando de un manual de cómo afectar a los vecinos, es simplemente algo realizado este pasado domingo como una gran exhibición de ese beisbol con picardía y muy buen timing.

Observar un robo de base en cualquier nivel de beisbol implica una conjunción para lograr la conquista de esa anhelada próxima base, sin depender de un batazo, de un passed ball o de un wild pitch: abrir suficientemente desde uno de los cojines (primera, segunda y tercera base), saber el momento exacto para pegar el brinco, y muchas veces, incluso, saber cómo barrerse para evitar llegar tarde o por igual que el guante del fildeador, quien te quiere poner fuera en la jugada.

Cada nivel es más complicado, pues se cierran las jugadas cada vez más exactas y con una precisión casi de relojero. 

En los robos de base –junto a jugadas de cuadro en las almohadillas– es donde nos damos cuenta de ese grado casi quirúrgico de muchas jugadas con la emoción a tope, no sólo por la decisión del ampayer.

Todos recordamos al gran Rickey Henderson, quien por cierto era más especialista en robar la tercera estación con esa espectacularidad y su vistoso uniforme amarillo, con aquellos Atléticos de Oakland.

Ya no se tienen robadores de bases quizá tan durables, aunque, lo que hizo David Hamilton con los Medias Rojas de Boston, parecía emular en velocidad a su tocayo de apellido (Lewis Hamilton) como multicampeón de Fórmula 1; este camarero de los patirrojos se estafó en cuatro ocasiones a los intentos de los Yankees por ponerlo fuera… eso es una exhibición del mejor beisbol por donde se le vea.

Los neoyorquinos han estado jugando por nota (a pesar de lesiones como la de su súper estelar Gerrit Cole) y llegaron al choque dominical contra su archirrival como el único equipo con 50 victorias en la MLB.

Lejos esos días donde los yankee fans, oootra vez pedían la salida de Aaron Boone como manejador, pues estos bombarderos juegan extraordinaria pelota, motivados con tremendo aporte brindado por el nuevo millonario, Juan Soto.

Cualquier serie entre Boston y NY saca chispas, pero en Fenway Park, y con los locales vestidos de amarillo estuvimos con una ocasión de récord con nueve robos de base y… el marcador final 9-3, a favor de los implacables de los senderos.

Los Medias Rojas siguen a 12 juegos de los Yankees, demostrándose cómo el buen beisbol no se gana a estacazos, sino poniendo a tus bateadores en base: el 1er bat es un número, y el verdadero primer bat puede (y debe) ser quien, primero comparece ante la caja de bateo, después de la pausa; dicho de otra manera, un cuarto bat, quien abre turno en el sexto episodio, puede ser más inteligente si con su swing no sólo busca la barda, sino un embasamiento para ser versátil y aportar a la causa ofensiva de su equipo.

De esas raras joyas, las cuales ya casi no se ven, esa tanda de robos de base fue uno de esos puntos finos que nos regaló la intensa reciente serie entre Boston-Nueva York. Gracias...

POR ALEJANDRO AGUERREBERE

COLABORADOR

EEZ

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