El litigio entre Scarlett Johansson y OpenAI sobre el posible uso de una voz extremadamente similar a la de la actriz en el asistente de Inteligencia Artificial (IA) generativo de la compañía, plantea cuestiones legales y éticas fascinantes que merecen un análisis detallado.
EL CONFLICTO INICIAL Y ACCIONES TOMADAS
-
•Scarlett Johansson, tras recibir comentarios sobre la similitud de la voz, decide buscar asesoramiento legal y posteriormente demandar la retirada de la voz por parte de OpenAI.
-
OpenAI accede rápidamente a pausar el uso de la voz y entabla conversaciones con la actriz para abordar el problema.
EL ARGUMENTO DE OPENAI Y LAS IMPLICACIONES LEGALES
- OpenAI afirma que la similitud no fue intencional y que la voz en cuestión corresponde a una actriz de doblaje seleccionada antes de las conversaciones con Johansson.
- Surge la pregunta: ¿supone una explotación de los derechos de Scarlett Johansson buscar un cierto parecido con su voz o con sus inflexiones juguetonas?
EL TRASFONDO DE LA CONTROVERSIA
- La actriz ha enfrentado previamente el uso no autorizado de réplicas de su voz mediante Inteligencia Artificial en anuncios y deepfakes generados a partir de su imagen.
- La situación actual plantea la cuestión de si la fama universal implica perder el control sobre la propia imagen y voz.
EL FUTURO DE LOS ASISTENTES DE LA IA E IMPLICACIONES PARA LA INDUSTRIA DEL ENTRETENIMIENTO
- El desarrollo creciente de asistentes de Inteligencia Artificial plantea desafíos legales y éticos, como la posibilidad de generar voces, guiones e imágenes a partir de muestras.
- La tecnología en evolución plantea la posibilidad de que situaciones similares se vuelvan más comunes y normales para las futuras generaciones.
REFLEXIÓN FINAL
El caso de Scarlett Johansson contra OpenAI destaca la intersección única entre la tecnología, la propiedad intelectual, la ética y la fama en la era moderna.
Como sociedad, enfrentamos el desafío de equilibrar el avance tecnológico con la protección de los derechos individuales, especialmente en un mundo donde la manipulación digital es cada vez más factible.
La resolución de este litigio seguramente sentará un precedente significativo para los futuros conflictos que estén relacionados con el uso de la propiedad intelectual en el ámbito de la Inteligencia Artificial.
POR ARMANDO KASSIAN
@ARKASMI
EEZ