COLUMNA INVITADA

Después de la confrontación, Restauración

La intervención que se necesita a partir del lunes 3 de junio es la de restauración de relaciones personales

OPINIÓN

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Sergio Valls Esponda / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Entre quienes trabajamos en la gestión profesional de conflictos sabemos que, durante las fases de escalada, confrontación y crisis en las controversias, es complejo establecer comunicación eficiente. La resolución se logra mediante alguna estrategia de intervención como la mediación o negociación cuando la voluntad de las partes así lo decide.

En el proceso electoral que atravesamos la disputa está en su nivel máximo, somos testigos de agresiones de todo tipo entre candidatos y seguidores. Es claro que la solución no será a través de un acuerdo, acá tendremos una conclusión de la fase crítica con una ganadora y dos perdedores. La intervención que se necesita a partir del lunes 3 de junio es la de restauración de relaciones personales. 

Las etapas necesarias son:

1. Reconocimiento. Aceptación del conflicto reconociendo posiciones, 2. Diagnóstico. Evaluación del estado actual, sus consecuencias inmediatas y puntos comunes, 3. Negociación. Se asume responsabilidad, cesan agresiones, búsqueda de alternativas. 

Desde este espacio señalo puntos comunes que ayudarán a la restauración, algunos son alentadores, la principal coincidencia es que quienes encabezan las alianzas de las que saldrá la próxima persona titular del Poder Ejecutivo son mujeres. Eso es motivo suficiente para celebrar, no por quien ocupe la presidencia, lo relevante será cómo se van a deconstruir, modificar, reinventar las formas de su ejercicio.

Cito a la historiadora británica Mary Beard “tenemos que ser más reflexivos sobre qué es el poder, para qué sirve y cómo se mide. Para decirlo de otra manera, si no se percibe que las mujeres están totalmente dentro de las estructuras del poder ¿No es entonces el poder lo que necesitamos redefinir en lugar del papel de las mujeres?”.

Otra zona común entre contendientes es el permanente y entusiasta llamado a ejercer nuestro derecho a votar sin titubeos. Es señal de confianza en instituciones y autoridades electorales, hoy contamos con una compleja, robusta y costosa estructura que se ha perfeccionado durante años para brillar el próximo domingo.

En cada familia, oficina, fábrica o barrio conocemos a alguien que participará en una casilla de votación, esa es nuestra mejor garantía. Tendremos también a más de mil trescientos observadores de 63 países, todo indica que la noche del domingo, si la ventaja lo permite, conoceremos el resultado.

Existen varios temas relevantes en los que la mayoría del electorado estamos inmersos pero por su grado de complejidad no tenemos claridad en las similitudes y diferencias entre posturas; sin embargo, también existen coincidencias que hacen viable la restauración, es el caso del futuro energético del País, para opinar vale la pena conocer visiones objetivas de expertos como la que presenta sostenibilidadglobal.org ahí 31 organizaciones de la sociedad civil elaboraron un detallado análisis de las propuestas que así lo anticipan. Ya veremos los programas.

Otro tema coincidente en el fondo es la necesaria revisión al sistema de Justicia. Más allá de cambios en la conformación del Poder Judicial, son las necesidades jurídicas insatisfechas de tantas personas, familias y empresas lo que debe guiar la reforma. 

De la misma manera que debemos redefinir el concepto del Poder urge hacerlo con el de Justicia. Eso, las y los mediadores de México lo tenemos claro hace demasiado tiempo.

POR SERGIO VALLS ESPONDA

PRESIDENTE DEL CONSEJO NACIONAL DE MECANISMOS ALTERNATIVOS DE SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS

@SERGIOVALLSE

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