Las inundaciones en Brasil, Afganistán e Indonesia; los incendios en Canadá y España, y las sequías en México y Estados Unidos son sólo un extracto de un nuevo grito desesperado de los efectos del cambio climático, pero desafortunadamente habitantes y gobernantes casi siempre marginan esa crisis.
En 2024 se celebrarán 80 elecciones alrededor del mundo, que involucran a unos cuatro mil millones de ciudadanos, a países ricos y a naciones de las más contaminantes, pero el calentamiento global no brilla en las agendas.
En el tema ambiental, si Donald Trump regresa a la Casa Blanca, EU volverá a salir del Acuerdo de París, se fomentará la industria del carbón y el avance hacia las energías limpias se trabará al igual que la transición a los autos eléctricos. De hecho, pidió al sector petrolero mil millones de dólares para su campaña a cambio de eliminar las políticas ambientales.
Para el presidente Joe Biden el reto es limitar el incremento de la temperatura a 1.5°C hacia 2030 con el cierre de plantas de carbón e inversión en el uso de energía solar para las viviendas, aunque la prioridad de los estadounidenses es la migración y la economía.
Otro caso es Venezuela. La semana pasada se convirtió en el primer país de la era moderna en perder todos sus glaciares. En 2019, se predijo que el Humboldt desaparecería en dos décadas, pero el daño se adelantó y hoy sólo cuenta con dos hectáreas de hielo; el mínimo para que sea considerado un glaciar es de 10 hectáreas.
Pero al presidente Nicolás Maduro es lo que menos le importa, está centrado en ganar las elecciones del próximo 28 de julio para terminar de madurar su "exitoso socialismo".
En Brasil, durante el gobierno de Jair Bolsonaro, los registros de devastación de la Amazonía se dispararon y hoy enfrenta graves inundaciones que han provocado más de un centenar de muertos en Rio Grande do Sul. En este país habrá elecciones regionales, pero tenga por seguro que la política ambiental no robará el reflector.
Y qué decir de India que está en comicios para que Narendra Modi siga siendo Premier, pese a que tiene una década en el poder, es la tercera nación más contaminante y aunque busca reducir las emisiones con energía eólica, lo primero es asegurar el hueso.
Y finalmente, tenemos a nuestro país. México está enfrascado en las próximas elecciones de junio y durante los debates que se han escenificado, el problema ambiental ha estado marginado, mientras tanto los mexicanos estamos sufriendo los altos índices de contaminación y las olas de calor que nos agobian de sobre manera, casi igual que las campañas.
El cambio climático seguirá siendo un tema fuera de la agenda.
POR ISRAEL LÓPEZ GUTIÉRREZ
COLABORADOR
ISRAEL.LOPEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM
MAAZ
