Con valor y con verdad

La política le daba asco a Xóchitl

Soy una mujer muy afortunada: he podido disfrutar de comodidades. Cocinar con gas o leña es la diferencia entre la vida o la muerte

La política le daba asco a Xóchitl
Gustavo Rentería / Con valor y con verdad / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

-¿En la universidad fuiste discriminada?, le pregunté a Xóchitl.

-“Legaban jóvenes de escuelas privada a la UNAM. Esos chavos vivían en el Pedregal. Me acuerdo que un tipo -bastante bien vestido- como que quiso darme un beso. Yo estaba como a la defensiva, agarré mi morral y me lo soné. Se volteó y  me dijo: ¡pinche vieja india!

¡Puta, que me encabrono más y le digo: india tu madre, pendejo! Y que lo empiezo a corretear a morralazos por toda la Facultad. Esa escena se me quedó muy grabada porque su insulto fue humillante

La anécdota me la platicó cuando era la Comisionada Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, como parte de una entrevista, que se publicó en la revista que comanda Beatriz Pagés, el 21 de agosto de 2005.

Un año después, junto con editorial Océano, seleccionamos las entrevistas más importantes publicadas y se convirtieron en el libro: Conversaciones de Siempre!, Voces y Personajes del México Nuevo.

En la página 125 se lee: salió del Valle del Mezquital con dos promesas: no meterse en política -que le daba asco- y no casarse con un hombre de su pueblo, porque la mayoría eran golpeadores y se alcoholizaban todos los días. Cumplió solamente una.

Le pregunté a la hoy candidata presidencial si vivían sus padres. Me respondió que no. “Mi padre murió hace dos años a causa del alcohol y de una diabetes mal cuidada. Mi madre tendrá tres meses de muerta. La causa real de su muerte fue haber guisado con leña por más de 30 años: tuvo problemas pulmonares serios. Cuando llevé a mi mamá al neumólogo, éste me preguntó si ella fumaba mucho. Por eso Gustavo, soy una mujer muy afortunada: he podido disfrutar de comodidades. Cocinar con gas o leña es la diferencia entre la vida o la muerte.”

-¿Tu padre fue el típico macho mexicano?, le pregunté a Xóchitl.

-“Creo que, en el fondo, mi papá fue víctima de las circunstancias. Yo, al final del camino, lo menos que quise fue juzgarlo. ¿Qué se puede esperar de un medio tan áspero, donde hay pocas oportunidades para tu desarrollo y donde la vida de los varones transcurre justamente en ver quién bebe más, y quién es el más macho? Era un hombre muy trabajador, eso sí se lo reconozco ampliamente, con muchísimos valores y quien me enseñó muchísimas cosas.”

COLOFÓN.-

+”Cuando le dije a mi mamá a los 16 que me iba a la ciudad me preguntó ¿y qué vas hacer?. Trabajar, respondí.

+Consiguió un cuarto de azotea para vivir. Empezó a trabajar de telefonista. Y recuerda que la regañaban porque contestaba: ¡güenas tardes y güenas noches!”

+Creó una fundación para niños indígena. Allí mandó las utilidades de sus empresas.

POR GUSTAVO RENTERÍA

GUSTAVO@GUSARTELECOM.COM.MX / @GUSTAVORENTERIA

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