En la historia de la política universal la traición históricamente está presente como parte de la ecuación.
Julio César regresó triunfante a Roma. El Senado lo legitimó nombrándolo dictador por tercera vez por un plazo inédito de diez años. César, dió amnistía a los senadores opositores al conflicto contra Pompeyo de donde llegó. Bruto organizó el complot donde la mayoría de legisladores, fueron sus asesinos a mansalva tiempo después.
Judas Iscariote, el traidor inmortal, que vendió a Jesús de Nazaret por 30 monedas de plata a los fariseos y entregado a los romanos para su crucifixión; es un referente nominativo universal.
Así existen diversas formas de traición, ser malagradecido, a la palabra, a las instituciones, a la ideología, a los padres, al jefe, a la palabra, a la pareja y todo tiene una explicación.
El traidor sabe que es traidor, eso lo disminuye afectando gravemente su autoestima, por ende, en un efecto psicocriminal similar al de los multihomicidas, lo lleva a traicionar más, su éxito efímero y señalado públicamente, compensa su pequeñez.
Quien traiciona es vencido por su obsesión narcisista y la autosatisfacción del yo. Permanece en el fondo como un derrotado en el plano consciente.
Esa vulgar ambición política, donde no importa la ideología, quien o quienes hayan sido aliados o coadyuvantes en el crecimiento profesional; donde los compañeros de lucha se convierten en adversarios, y los escrúpulos no existen, hacen de la práctica de la traición, una gran cosecha en tiempo de elecciones, donde los no ungidos a las candidaturas se ofrecen al mejor postor partidista, en un draft de venta de ilusiones y posiciones políticas.
Así, vemos en varias entidades federativas en México, a uno(a)s y otro(a)s que han abandonado la legitimidad y valor que da la lealtad a ideología y a las personas, por la práctica del llamado “chapulineo, esta condición perseguirá a los autores como traidores.
Hay que tener siempre presente las legendarias historias donde se comprueba que el que traiciona una vez traicionará 1000 veces.
Para cerrar con algo de humor les comparto un corrido de los geniales Alegres de Terán, Las traiciones políticas.
“A Madero lo mataron Victoriano y su ambición
Por eso lo desterraron por indigno a la nación
A Carranza lo mataron para subir a Obregón
Y sus leyes respetaron para la Constitución
Obregón le dijo a Calles por el bien de la nación
Nos haremos los compadres viva la revolución
Pero Calles era un zorro, era un tipo muy sagaz
Si le echaban 7 de oros escondido tenía el as
Los cristeros continuaban en su lucha desigual
Mientras ya se maliciaba lo de José León Toral
El banquete en la bombilla teatro fue de la traición
Ahí estaba la puntilla que le dieron a Obregón
Obregón ya estaba muerto no tenía preocupación
Pancho Villa estaba muerto pero Calles en acción
Calles hizo presidente a su antojo y condición
Le apodaban hombre fuerte jefe máximo a calzón
Pero vino un presidente con valor y decisión
Cárdenas que fue valiente lo expulsó de la nación.”
POR RICARDO PERALTA
COLABORADOR
@RICAR_PERALTA
MAAZ