Sostiene Pereyra

Personas Trans en el deporte, un dilema sin fin

Cuando el COI abrió la puerta a la inclusión de los deportistas trans en sus competencias no sabía los dilemas que iba a enfrentar

Personas Trans en el deporte, un dilema sin fin
Beatriz Pereyra / Sostiene Pereyra / Opinión El Heraldo de México Foto: Foto: Especial

Cuando el COI abrió la puerta a la inclusión de los deportistas trans en sus competencias no sabía los dilemas que iba a enfrentar. La decisión que llegó para los Juegos Olímpicos de Río 2016 no generó ningún problema para los hombres trans, pues nadie le dio mayor importancia, pero en el caso de las mujeres ha levantado un ámpula que se convirtió en una herida, cuyo  sangrado nadie sabe cómo parar.

En lo que todos estamos de acuerdo es que el deporte competitivo debe dar cabida a todos quienes tengan los méritos para cumplir con las reglamentaciones clasificatorias, pero el conflicto surge en las categorías, porque el deporte siempre ha estado dividido en pruebas femeniles y varoniles. A partir de que el mundo no se explica desde el punto de vista binario, el COI quiso incluir a las personas trans, pero esto provocó el reclamo de las mujeres que históricamente han sido relegadas.

Ahora sienten que una vez más se les pone en desventaja por competir con quienes consideran que son hombres. Tal es el caso de la nadadora Lia Thomas, quien siempre compitió en la rama varonil hasta que en 2019 comenzó a hacerlo en la femenil. Pasó de estar en el ranking 462 de su país a ser la campeona universitaria. Las quejas de sus rivales no se hicieron esperar y, finalmente, no pudo participar en París 2024.

Caso contrario fue el de la boxeadora argelina Imane Khelif, a quien el COI sí la dejó participar en los JO, pese a que la Federación Internacional de Boxeo presentó un informe acerca de que sus cromosomas son XY, aunque en su país fue registrada y criada como mujer. Pese a que se convirtió en campeona olímpica, sigue enfrentando las críticas.

Al no saber cómo resolver los diferentes casos, el COI puso en manos de cada federación deportiva internacional la decisión de dejar competir a las mujeres trans, pero hasta ese momento no se había hablado de las personas con desarrollo sexual diferenciado. Ese es el caso Khelif y de la corredora sudafricana Caster Semenya, campeona olímpica y mundial, a quien la Federación Internacional de Atletismo la expulsó. Y, a diferencia del caso Khelif, el COI no dijo esta boca es mía ni cuestionó a dicho organismo.

Estamos lejos de llegar a una decisión salomónica acerca de lo que es la justicia deportiva para integrar a las competencias de alto rendimiento a las personas trans o con desarrollo sexual diferenciado. El tema no debe salir de la agenda pública. 

POR BEATRIZ PEREYRA

COLABORADORA

@BEATRIZAPEREYRA

MAAZ

 

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