Columna Invitada

Trump amenaza “con aranceles de 100%” a los brics, si buscan terminar con dominio del dólar

Le gusta demostrar bajo situaciones atípicas su superioridad en las negociaciones a costa de aprovechar cualquier ventaja que le sea otorgada para conseguir sus objetivos

Trump amenaza “con aranceles de 100%” a los brics, si buscan terminar con dominio del dólar
Luis Miguel Martínez Anzures / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

En la naturaleza los últimos esfuerzos de resistencia que un animal enfermo, condenado a morir y acostumbrado a guiar a su manada presenta, antes de su trágico desenlace, siempre se caracterizan por ser actos de peligro y mucha violencia hacia otros animales que forman parte de su entorno. Ningún líder esta acostumbrado a mostrar debilidad y mucho menos, vulnerabilidad.

Lo anterior, desde la teoría del poder puede encontrar una explicación muy sencilla, el dominio no puede compartirse y solamente por medio de la coerción, la herencia, el simbolismo o el adoctrinamiento, se transmite de generación en generación, lo que podría catalogarse como una transición tersa entre el viejo y el nuevo gobernante. Pese a lo antes dicho, pocos son los procesos que pueden localizarse como una manera suave de transmutación del poder de un lugar a otro a lo largo de la historia humana.

Este compendio de elementos, ya sean desde la teoría del poder o el comportamiento en el reino animal, logran describir el declive de una nación como la estadounidense acostumbrada a ostentar el predominio hegemónico a nivel planetario, (el cuál, dicho sea de paso), en los últimos años ha ido perdiendo, a manos de China.  

De igual forma, este conjunto de situaciones son el perfecto elemento descriptivo que logra enarbolar a grueso modo lo que significan las recientes declaraciones que el virtual presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, ha emitido recientemente con relación a la posibilidad de que los países miembros de los BRIC´S, pudieran dejar de utilizar al dólar como moneda principal para transacciones comerciales y bursátiles en el mundo entero.       

“Pedimos que se comprometan (…) a no crear nunca una nueva moneda de los BRICS, y a no respaldar a ninguna otra moneda para reemplazar al potente dólar estadounidense o enfrentarán aranceles de 100%.”

“Deberían esperar decir adiós a vender en la maravillosa economía estadounidense», advirtió al grupo. 

Esta serie de pronunciamientos se han dado a conocer luego de la cumbre realizada a finales de octubre de este año, en Kazán, Rusia, en donde los países miembros de ese grupo discutieron cómo impulsar las transacciones en otras divisas diferentes al dólar estadunidense y fortalecer las monedas locales.

En aquel momento el presidente ruso, Vladimir Putin, acusó a Estados Unidos de usar al dólar como arma y describió el hecho como un gran error. Este pensamiento es un elemento asociativo que logra unir no solamente el descontento de los países miembros de este grupo, sino también, le brinda una identidad a todo este conjunto de naciones que, desean que las cosas cambien en función de mejores condiciones de desarrollo y por supuesto, de prácticas más justas en el comercio internacional.  En pocas palabras, que exista una libre competencia real y no solamente una simulación en favor de los aliados al bando estadounidense.

Por todo lo anterior, la forma de negociación de Trump, ya no debería sorprender a nadie a estas alturas, ya que, desde sus inicios como empresario y político, se ha caracterizado por ser un personaje que ofrece poca flexibilidad ante el cambio y, en suma, es sumamente extremo en sus resoluciones. Le gusta demostrar bajo situaciones atípicas su superioridad en las negociaciones a costa de aprovechar cualquier ventaja que le sea otorgada para conseguir sus objetivos.

Y es justamente en este último elemento, donde muchos claudican o disminuyen su capacidad de respuesta ante las demandas del mandatario estadounidense, facilitándole por supuesto su labor de aparentar ser impenetrable.    

A resumidas cuentas, si se tuviera que describirlo, este individuo es el buleador del entorno que estudia con detenimiento cualquier debilidad de su contraparte para aprovecharla y llevar al extremo cualquier método enfocado a establecer las nuevas reglas del juego a su favor. Para llegar a este punto, mide como cualquier agresor, las capacidades y aptitudes de su contendiente, posteriormente, una vez que ha definido sus debilidades o vulnerabilidades, no duda en atacarlas, y de esa manera, establecer las condiciones de la contienda y por supuesto, los términos de la negociación.

La lección que sigue sin aprender el mandatario estadounidense es que la geopolítica y la historia han demostrado que, cualquier potencia económica y militar en el planeta, ha sucumbido ante las consecuencias ocasionadas por la soberbia y la negación de sus propias acciones para comprender los cambios en su entorno. El turno de la economía estadounidense ha llegado.

POR LUIS MIGUEL MARTÍNEZ ANZURES 

PRESIDENTE DEL INAP 

@DRLMMA56

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