Se dice que el poeta romano Virgilio, en su IV égloga, anunció la llegada de una nueva era: una edad de oro marcada por el nacimiento de un niño destinado a transformar el mundo.
“Va a comenzar de nuevo el curso inmenso de los siglos.
De lo más alto de los cielos nos va a ser enviado un reparador.
Alégrate, casta Lucina, por el nacimiento de este niño,
que hará cesar la Edad de Hierro, reinante hasta ahora,
y extenderá la Edad de Oro por todo el universo.”
Herodes, al escuchar rumores sobre el nacimiento de un nuevo rey y temiendo por su trono, ordenó la matanza de todos los niños menores de dos años en Belén. Este acto obligó a María y José a huir de Jerusalén, emprendiendo un peregrinar que hoy se recuerda con las posadas: nueve días de oración, canto y celebración que simbolizan la búsqueda de refugio de la Sagrada Familia, desde el 16 de diciembre hasta la Nochebuena.
Más allá de ser o no personas religiosas, el nacimiento de Jesús es una metáfora poderosa que nos recuerda la importancia de la niñez en nuestra sociedad. Así como María y José protegieron a su hijo para que pudiera crecer y compartir su mensaje de amor, hoy tenemos la responsabilidad de proteger a nuestras niñas y niños, para que puedan transformar el mundo con sus talentos y sueños.
Cada vez que un infante pierde la esperanza, también perdemos la oportunidad de construir una sociedad mejor. Por ello, Fundación Grupo Andrade trabaja durante todo el año en alianza con organizaciones sin fines de lucro para garantizar que niñas, niños y adolescentes en situación de riesgo social puedan acceder a sus derechos fundamentales.
En la temporada navideña, esta labor se refuerza con una posada muy especial, dedicada a brindar momentos inolvidables llenos de alegría y calidez.
¿En qué consiste la posada de Fundación Grupo Andrade? En que voluntarias y voluntarios convivan con una niña o niño durante la celebración, en la que hay juegos, piñatas, ponche, comida y villancicos.
Este año, participaron 250 voluntarias y voluntarios de distintas unidades de Grupo Andrade y 230 niñas y niños de nueve organizaciones aliadas. La celebración se llevó a cabo el 22 de noviembre en las instalaciones de la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer.
Durante la posada tuve el privilegio de convivir con Romina, una niña del Colegio Santa Fe, quien me recordó lo hermoso de encontrar felicidad en las cosas más simples: jugar con amigas, subirse a un columpio y romper una piñata. Estos pequeños momentos de recreación llenan de alegría a la niñez y les ayudan a mirar con esperanza cualquier experiencia difícil.
“Todos los que trabajamos en el grupo somos afortunados y no podemos quedarnos de brazos cruzados. Es nuestra responsabilidad ver por quienes más lo necesitan. La Fundación se dedica a ayudar a niñas y niños, que son el presente y el futuro de México”, María Cristina Mieres Zimmermann, Presidenta del Patronato de Fundación Grupo Andrade.
Gracias a Gastrolab y Grupo Zeru por hornear deliciosas galletas, al Coro infantil y juvenil de Bellas Artes por cantar los tradicionales villancicos, a PISA por donar aguinaldo, y a las áreas y empresas de Grupo Andrade que donaron su tiempo para hacer posible esta celebración: Omoda, Flotilla 5, BYD Ecatepec, JAC Cuernavaca, MG Aeropuerto, MG Azcapotzalco, Nissan, Contraloría, RH Corporativo y área digital de El Heraldo de México.
POR DULCE GALINDO VILLA
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