Son tiempos para llevar a cabo un balance de todo lo realizado en el año, para cambiar las cosas que no funcionaron y mejorar, de ser posible, las que se vienen desarrollando adecuadamente.
La gente es muy proclive a la crítica, a siempre fijarse en lo malo, y poco en lo bueno. Es parte de la naturaleza humana, así que cuando desaparece algo que se viene haciendo bien, se aplica la de que nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido.
Ya viene siendo momento en que todos tratemos de mejorar nuestras trincheras para que cada día seamos mejores y no perdernos en críticas absurdas o estériles y, sobre todo, poco constructivas.
Por ello la oposición no ha tenido éxito, se pierde en críticas absurdas, además de que muchos de sus integrantes dejan mucho que desear. Por ejemplo, Alejando Moreno, líder del PRI, hablando de honestidad, o el senador del PAN, Marko Cortés, hablando de congruencia.
Los señalamientos a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, son en ocasiones hasta infantiles. Mejor que se pongan a trabajar como lo hace ella. Trabajadora incansable, que toma decisiones a partir de datos y opiniones de sus colaboradores y que no se precipita como lo demostró cuando fue jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
El problema es la congruencia, por ejemplo: cómo elige el PAN como su líder a un personaje tan cuestionado como lo es Jorge Romero. Señalado de hacer negocios al amparo del poder o ser cerebro intelectual del llamado cártel inmobiliario.
Ojalá y uno de los propósitos no solo de la gente que gobierna este país, sino de todos en general, sea ser más disciplinados. Seguramente adoptando ese valor, entendido como el actuar de manera ordenada y sistemática para hacer las cosas, seremos un mejor país en todos los aspectos.
Siempre me he preguntado por qué Italia, país que tiene alrededor de 301 mil 340 kilómetros cuadrados, lo cual lo convierte en un país más grande que el estado de Chihuahua, pero no mucho mayor, tiene cuatro copas del mundo, mientras que México sigue esperando acceder al quinto partido en las contiendas mundialistas.
Exactamente: porque son disciplinados y hacen las cosas bien desde su formación. En nuestro caso no es difícil predecir al ver el futbol mexicano que seguiremos esperando por un buen tiempo el ganar un quinto partido en algún mundial.
Tenemos que reflexionar y tratar de cambiar la forma de pensar de mucha gente que, al presentarse un contratiempo, lo primero que piensa es que está difícil. La mentalidad es la que nos sacará adelante como sucede en muchos otros países.
Dejemos de pensar que tenemos algunos gobiernos o una oposición tan deplorables porque así nos lo merecemos. Somos un país grande que debe estar en los primeros lugares en el entorno internacional. México y los mexicanos merecemos cosas mejores, como una seguridad pública de primer mundo, hospitales públicos como los de Dinamarca, entre otras cosas. Para ello hay que ocuparnos más y preocuparnos menos, ser menos críticos con los demás y más con uno mismo.
Aprovecho para desearles una feliz Navidad y un próspero Año Nuevo a todos, en especial a mis lectores. Nos volvemos a leer en enero, ya que tomaré unas vacaciones, no sé si merecidas, pero sí necesarias. Gracias nuevamente a todos los que hacen posible esta columna.
POR EDUARDO MACÍAS GARRIDO
PAL