¿Qué debemos entender por una oposición sólida? Evidentemente hay una necesidad y hasta una exigencia detrás del llamado que se ha hecho, pero me pregunto si se generará una plataforma que garantice su creación y, más allá de ello, un esquema adecuado para su éxito.
Naturalmente me estoy refiriendo al anuncio que hizo el Frente Cívico Nacional, una de las organizaciones que convocó a la pasada ‘Marea Rosa’, en voz de uno de sus coordinadores, Guadalupe Acosta Naranjo, en el sentido de que buscará registrar al Frente como partido político para contender en la elección de 2027.
Intento no centrarme solo en pensar en el evento de hace tres días de esta organización, pues hacerlo significa pensar que no hay mucho futuro para esta iniciativa.
Esa reunión, en mi opinión, que se vio plagada de las mismas caras de siempre (Amado Avendaño, Patricia Aguayo, Fernando Belaunzarán, Lorenzo Córdova, Adrián LeBarón, Gustavo Madero, Beatriz Pagés y Cecilia Soto, entre otros), las mismas quejas de costumbre y las mismas ideas ya probadas.
Comprendo que es más fácil decir qué hacer a que se establezca una nueva opción político-electoral puramente ciudadana (los ciudadanos de a pie tenemos que trabajar y cargar en nuestros hombros un sinnúmero de prioridades que dejan poco tiempo para la actividad partidista), mas los políticos de profesión que están convocando a esta iniciativa para formar un nuevo partido político debieran establecer las pautas y el esquema para facilitar a los ciudadanos su organización y su incorporación a la actividad cívico-política, en lugar de dificultarla, entorpecerla, manipularla o simularla.
En el mismo sentido, si bien dicen que el Frente Cívico como partido político no tendrá una ideología fija (“no seremos de izquierda ni de derecha, sino vamos a defender causas y valores”) para intentar abarcar al mayor número de ciudadanos críticos, yo en lo personal preferiría que sí, que sí la tuvieran. Porque antes de establecer el quién (nombre y apellido para el partido) lo que urge definir para la oposición en México es el qué, el porqué y el cómo.
Hay algo que es evidente y que nadie, ni el PAN, ni el PRI, ni MC, ni Frente Cívico Nacional terminan de comprender: una parte nada despreciable de la sociedad mexicana se encuentra sin voz ante los abusos del grupo que se ha adueñado de todas las instancias y los ámbitos públicos (los tres poderes de la Unión, el Ejército, la policía, los aeropuertos, la energía eléctrica, la salud, la educación y la información). Y si bien es cierto que todavía tenemos algunos espacios privados y de propiedad privada libres (bancos, comercios, negocios, escuelas y hospitales privados, etcétera), el margen de libertad de todos ellos está acotado y en proceso de acotarse aún más.
Como ya mencioné, ciertamente muchos no pueden y otros tantos no quieren liderar, promover o apoyar acciones para oponerse al grupo dominante.
Yo francamente no veo cómo repetirán la proeza de Morena, movimiento que en 2012 se registró como asociación, en el 2014 como instituto político y 10 años más tarde controla al Ejecutivo y al Legislativo federales y la gran mayoría de las entidades de la República. Pero sin duda espero equivocarme y también sin duda me sumaría a la fuerza que pueda hacerlo.
Tres en Raya
-Dice Ciro Gómez Leyva: ‘La primera misión del Frente Cívico Nacional será convertirse no solo en oposición, sino en la ÚNICA oposición de México.”
-¿Qué hace Xóchitl Gálvez y Claudio X. González en la ecuación, así como muchas otras personas tan conocidas que ya están quemadas o desgastadas? Espero que para apoyar a sangre fresca y a ideas aún más frescas. Para cualquier otra cosa, estarán de más.
-Y al paralelo mientras que FCN hace el anuncio antes relatado, comienzan a proliferar otras iniciativas tal cual hongos en un bosque húmedo. Hace unas horas se dio a conocer una propuesta de quien se presenta como ‘consultor y estratega político’, Efraín Martínez Figueroa, para la creación de un nuevo partido opositor denominado ‘Más Ciudadanos’. ¿Estamos ante la típica táctica oficialista de ‘divide y vencerás’?