A propósito de su participación en el G20 en Río de Janeiro, Brasil, la Dra. Claudia Sheinbaum se cuestionó “¿Qué está pasando en nuestro mundo que en tan sólo 2 años, el gasto en armas creció casi el triple que la economía mundial? ¿Cómo es que la economía de la destrucción alcanzó un gasto de más de 2.4 billones de dólares? ¿Cómo es que 700 millones de personas en el mundo, aún viven por debajo de la línea de pobreza? Resulta absurdo, sin sentido, que haya más gasto en armas, que para atender la pobreza o el cambio climático”.
La economía de la destrucción, -además del sentido bélico-, se caracteriza por la avaricia, por el deseo desmedido de lo material y de la dominación, por la corrupción y por la proliferación de la desigualdad. La economía de la destrucción tiene parte de sus orígenes en el modelo neoliberal, donde la codicia egoísta por los bienes materiales y de consumo se anclaron en las conductas sociales, a las cuales se suman ahora los ambientes digitales. ¿Cuáles son algunas de las consecuencias actuales?
Yuval Noah Harari en su libro Homo Deus. Breve historia del mañana señala que, “a principios del siglo XXI, el humano medio tiene más probabilidades de morir de un atracón en un McDonald’s que a consecuencia de una sequía”. Shoshana Zuboff, por su parte, nos advierte sobre La era del capitalismo de la vigilancia, es decir, el nuevo orden económico “que reclama para sí la experiencia humana como materia prima gratuita aprovechable para una serie de prácticas comerciales ocultas de extracción, predicción y ventas”. Byung-Chul Han expone que “el orden digital pone fin a la era de la verdad y da paso a la sociedad de la información posfactual”, creando así una ilusión de libertad, la “ilusión de la libertad de la yema de los dedos”, rodeada por influencers, likes, fakenews y algoritmos.
La economía de la destrucción afecta a la libertad de pensamiento, al libre desarrollo humano, moldea los datos y las tendencias digitales. Estamos inmersos en distintos mecanismos que motivan la proliferación del interés económico por encima del interés social. Ante un mundo de altas contradicciones y retos, México cuenta hoy con una mujer preparada, para transitar de un pensamiento destructivo a un pensamiento propositivo.
A tan sólo 6 semanas de que iniciara su gobierno, la Dra. Sheinbaum ha efectuado tres reformas de rango Constitucional. 1) La elección por voto popular de las y los representantes del Poder Judicial; 2) El reconocimiento de la igualdad sustantiva de las mujeres (derecho a una vida libre de violencia, la desaparición de la brecha salarial, y la paridad en todos los ámbitos de la vida política); y 3) El reconocimiento como sujetos de derechos a los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas.
Como señaló la Dra. Sheinbaum en su segunda sesión del G20 “me niego a pensar que somos capaces de crear la Inteligencia artificial e incapaces de dar la mano al que se quedó atrás”. La democratización de la vida pública, la inclusión social, el fortalecimiento de la libertad y la consolidación de la justicia, guían su propuesta.
POR DIANA LÓPEZ ZURITA
COLABORADORA
EEZ