La llegada de Robert F. Kennedy Jr. para liderar el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de Estados Unidos representa un momento decisivo para el movimiento psicodélico global. Su llegada podría marcar el inicio de una era en la que los psicodélicos, como la psilocibina, sean reclasificados y despenalizados para su uso terapéutico en el tratamiento de la salud mental. Esta transformación no solo tendría implicaciones profundas para los Estados Unidos, sino que podría desencadenar un cambio global similar al ocurrido en los años 70, cuando la prohibición impulsada por Nixon resonó en todo el mundo. Hoy, podríamos presenciar un giro inverso: una apertura liderada por Estados Unidos con efectos positivos en otros países.
Kennedy ha defendido consistentemente la necesidad de abordar la crisis de salud mental mediante enfoques éticos y regulados que aprovechen el potencial de los psicodélicos. Condiciones como el trastorno de estrés postraumático (PTSD), la depresión y la ansiedad severa podrían beneficiarse significativamente de estos tratamientos, como lo han demostrado investigaciones recientes. Este enfoque resuena con los esfuerzos que varios países están adoptando, desde la despenalización hasta la reclasificación, para permitir el uso terapéutico de estas sustancias.
En México, hace un año, presenté una iniciativa en el Senado que busca retirar a los hongos psilocibes, la psilocibina y la psilocina de la Lista 1 de la Ley General de Salud, un paso necesario para facilitar la investigación científica y su uso terapéutico controlado. Aunque esta propuesta sigue en discusión en la Comisión de Salud, el creciente reconocimiento global del valor terapéutico de los psicodélicos, impulsado por líderes como Kennedy, fortalece el caso para que México se sume a este cambio de paradigma.
En nuestro país, este esfuerzo no es solo una apuesta científica, sino también un acto de justicia histórica. Las comunidades indígenas han utilizado estas sustancias como parte de sus prácticas sagradas durante siglos, y cualquier marco regulatorio debe respetar y honrar ese legado. Es por eso por lo que he trabajado de cerca con comunidades como las de la sierra mazateca para garantizar que estas voces sean parte integral del diálogo legislativo y científico.
Kennedy transformará el panorama en Estados Unidos, en México no nos quedamos atrás, estamos construyendo un camino propio. El próximo 29 y 30 de noviembre, a través del proyecto Qualia: Ciencia Psicodélica, reuniremos a más de 30 especialistas internacionales, líderes científicos, comunidades indígenas y promotores de las medicinas enteógenas para dialogar sobre el futuro de estas sustancias. Este evento no solo busca explorar sus beneficios terapéuticos, sino también construir un marco regulatorio que respete nuestras tradiciones y garantice prácticas seguras y basadas en la ciencia.
Qualia tiene un propósito claro: investigar, educar, capacitar y abrir espacios para que los mexicanos puedan acceder a tratamientos alternativos respaldados por la ciencia. Queremos construir una plataforma donde las prácticas ancestrales se encuentren con la innovación científica, creando un modelo único que posicione a México como referente global en terapias alternativas.
El mundo está listo para hablar seriamente sobre el papel de los psicodélicos en la salud mental. Desde el Senado, impulsé iniciativas para abrir este diálogo en México, conscientes de que enfrentar la crisis de salud mental requiere herramientas nuevas y enfoques innovadores. Ahora, con Qualia, damos el siguiente paso: crear un espacio interdisciplinario donde la ciencia, la tradición, las tecnologías ancestrales y las políticas públicas converjan.
La revolución psicodélica está en marcha, y México tiene un papel fundamental en ella. Mientras líderes como Kennedy trabajan para desbloquear el potencial terapéutico de estas sustancias, nuestro país puede liderar desde su riqueza cultural y la evidencia científica. Los psicodélicos no son solo una herramienta terapéutica, son un puente hacia un futuro donde la salud mental y la justicia social ocupen el lugar que merecen.
Hoy más que nunca, debemos ser valientes. Este es un momento para construir, para transformar y para sanar. Como defensora de esta causa, reafirmo mi compromiso con un México más conectado, más consciente y más humano. La revolución psicodélica ya ha comenzado, y todos estamos invitados a ser parte de ella. Los espero este 29 y 30 de noviembre en Qualia.
Instagram: @qualiaps
Web: https://www.qualiaps.org/
Boletos: https://qualia-psychedelic-science-summit.boletia.com/
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