En un momento en el que se enfrentan desafíos para garantizar los derechos de las mujeres, la Secretaría General Iberoamericana (Segib) trabaja con los 22 países miembros para construir una agenda de género inclusiva.
Estos desafíos encuentran luces de esperanza e inspiración. México dio un paso de enorme trascendencia al elegir a la primera Presidenta en su historia. Sin embargo, la noción de una sociedad en la que las mujeres y niñas puedan vivir en igualdad de condiciones y libres de violencia es una tarea continua que requiere del esfuerzo de todos los actores, es decir, gobiernos nacionales, subnacionales, sociedad civil, sector privado y organismos internacionales.
La tarea implica derribar las barreras estructurales que limitan la autonomía de las mujeres. En esta línea, la SEGIB, en colaboración con ONU Mujeres, ha puesto en marcha la Plataforma Virtual de Legislación en materia de Autonomía y Empoderamiento Económico de las Mujeres en Iberoamérica. Este innovador recurso analiza más de 200 leyes de los 22 países miembros en áreas clave, como la igualdad salarial, la protección de la maternidad, los cuidados, la seguridad social y el trabajo doméstico remunerado, todas fundamentales para promover el acceso de las mujeres al trabajo decente y eliminar los obstáculos legales que perpetúan las desigualdades. Asimismo, este año se está trabajando en la expansión del análisis hacia nuevas áreas como la inclusión financiera, la inclusión digital y la fiscalidad, entre otras.
En el ámbito de la participación y el liderazgo femenino, la Segib respalda la labor de la Red Iberoamericana de Mujeres Mediadoras, una iniciativa promovida por la Secretaría de Relaciones Exteriores y el Instituto Nacional de las Mujeres de México. Esta red busca visibilizar y fortalecer el papel de las mujeres iberoamericanas en la mediación y resolución de conflictos, un rol que históricamente ha sido subestimado.
En la misma línea, la Segib también desarrolla un estudio sobre la integración de la perspectiva de género en la política exterior y los espacios multilaterales, desde un enfoque interseccional, el cual es crucial para visibilizar y abordar las diversas formas de discriminación que enfrentan mujeres y niñas, asegurando que las políticas internacionales no sólo promuevan la igualdad de género, sino que también respondan a las realidades específicas de grupos históricamente discriminados.
La violencia contra las mujeres continúa siendo un fenómeno lacerante en nuestros países. Por ello, en 2021 se creó la Iniciativa Iberoamericana para Prevenir y Eliminar la Violencia contra las Mujeres (IPEVM). Este instrumento, primero en su tipo en el ámbito iberoamericano, busca construir un marco común de referencia para erradicar todas las formas de violencia contra las mujeres y actualmente estamos liderando con la IPEVM y el PNUD un estudio sobre violencia digital.
Conscientes de que la inclusión tecnológica es clave para evitar que las mujeres queden rezagadas en la transformación digital, la Segib y ONU Mujeres estamos analizando la brecha de género en ciencia, tecnología e innovación (CTI) para diseñar propuestas de políticas públicas a nivel iberoamericano. Paralelamente, la Segib, en colaboración con la OIT y ONU Mujeres, lleva a cabo un estudio sobre la participación de las mujeres en la economía de plataformas digitales, con el propósito de elaborar recomendaciones que promuevan condiciones laborales equitativas en este sector.
En un escenario internacional complejo, la cooperación iberoamericana que impulsa la Segib cobra una relevancia estratégica, por su carácter dual como espacio de diálogo y plataforma para crear instrumentos que favorecen el desarrollo sostenible y la inclusión social. En eso estamos trabajando, sin tregua y sin pausa.
POR EMBAJADORA LORENA LARIOS RODRÍGUEZ
Secretaria para la Cooperación Iberoamericana de la SEGIB
MAAZ