El pasado 5 de febrero de 2024, el Ejecutivo envió una reforma histórica que busca garantizar el acceso de las y los trabajadores a una vivienda digna. Esta iniciativa establece lineamientos claros para que el derecho a la vivienda sea una realidad para todas las personas trabajadoras en México, integrando aportaciones de diversas diputadas y diputados para reforzar su contenido. La propuesta modifica la fracción XII del apartado A del artículo 123 constitucional.
La reforma establece la obligación patronal de facilitar el acceso a la vivienda para sus trabajadores, lo que será regulado por las leyes secundarias. Además, se creará un fondo para otorgar créditos accesibles destinados a la adquisición, mejora o arrendamiento de vivienda, lo que permitirá a los trabajadores acceder a opciones que se adecuen a sus necesidades y capacidades económicas.
Una novedad importante es la inclusión del "arrendamiento social". Mediante esta modalidad, el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT) ofrecerá viviendas en renta con mensualidades que no excedan el 30% del salario de la persona trabajadora. Tras 10 años de arrendar la misma vivienda, los trabajadores podrán adquirirla, lo que asegura una vía para la propiedad sin los obstáculos tradicionales. Se dará prioridad a quienes hayan realizado sus aportaciones de forma continua y no posean vivienda propia, garantizando así un acceso más equitativo.
La reforma también busca combatir la discrecionalidad en el otorgamiento de los beneficios, estableciendo mecanismos para que los créditos y arrendamientos sean asignados de manera justa y transparente. Esto responde a las críticas hacia las políticas de vivienda en décadas anteriores, cuando el INFONAVIT perdió protagonismo en la construcción y financiamiento de viviendas accesibles, a raíz de las reformas neoliberales de los años 90.
En México, el arrendamiento representa el 16.4% del total de viviendas, y más de la mitad de los hogares en renta son ocupados por personas con ingresos insuficientes para adquirir una vivienda propia. Con esta reforma, el acceso al arrendamiento social puede ser un alivio para millones de familias, facilitando una opción asequible y segura para quienes enfrentan barreras económicas.
La propuesta busca revertir décadas de políticas insuficientes en materia de vivienda, al retomar un enfoque social y de justicia laboral. La obligación de los patrones de facilitar el acceso a la vivienda, la creación de un fondo inclusivo, y el impulso del arrendamiento social son pasos importantes para garantizar que el derecho constitucional a una vivienda digna no sea una promesa vacía, sino una realidad tangible para todas y todos.
La reforma para el acceso a la vivienda no es solo un ajuste legal, es una apuesta por la justicia social en México. Con la Doctora Claudia Sheinbaum, la oportunidad de acceder a una vivienda adecuada, se cristalizará. En el segundo piso de la Transformación existe el compromiso con la dignidad y el bienestar de quienes, día a día, construyen el país con su esfuerzo.
POR DIP. GABRIELA JIMÉNEZ GODOY
Vicecoordinadora del Grupo Parlamentario MORENA
@GABYJIMENEXMX
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