Columna Invitada

Nunca más otro García Luna

La Presidenta Claudia Sheinbaum llamó a todas y todos los sectores sociales a no olvidar este lamentable episodio de abuso, porque “si se olvida, se repite la historia”

Nunca más otro García Luna
Víctor Hugo Romo de Vivar Guerra / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

La histórica sentencia dictada al ex funcionario mexicano de más alto rango juzgado en Estados Unidos, Genaro García Luna, condenado a 38 años cinco meses de prisión y al pago de dos millones de dólares, debe ser recordada como un latrocinio irrepetible en México.

El juez de cargo, Brian Cogan, retrató así al narcofuncionario: “No voy a sentenciarlo de por vida, voy a darle un poco de luz al final del túnel, usted es del mismo tipo de matón que “El Chapo” Guzmán, sólo que lo manifiesta de manera distinta”. 

Antes de dictarle sentencia, le espetó: “Usted es culpable y lleva una doble vida”, es decir, lo comparó con un criminal sin escrúpulos como “El Chapo” Guzmán.

Todos los mexicanos fuimos engañados entre 2006 y 2012, por la dupla Genaro García Luna y su jefe, cómplice y amigo, el expresidente espurio Felipe Calderón, quien llegó al poder debilitado, como producto de un fraude electoral. 

Esa fue la razón por la que Calderón y su brazo derecho, García Luna, le declararon la guerra al narcotráfico en el ámbito público, pero en el privado jugaron del lado del bando del Cártel de Sinaloa, al que se custodiaba, protegía y ayudaba a traficar estupefacientes.

Lo más indignante hoy, después de la ejemplar sentencia contra García Luna, es que su jefe y protector trate de volvernos a ver la cara a los mexicanos, diciendo que no conocía la vida delincuencial de su siniestro brazo derecho.

Ahora resulta que todos sabíamos quién era García Luna y el Presidente de la República, que está obligado a ser la persona más informada del país, era el único que no lo sabía y fue el último en enterarse de que su brazo derecho era un delincuente. Sí, ajá.

Vaya descaro del expresidente, porque desde 2005, cuando García Luna fue titular de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) en el gobierno de Vicente Fox, quedó claro su modus operandi al fabricar el montaje de un rescate de un secuestro, transmitido por TV en vivo con la complicidad de Carlos Loret, para hacerle creer a la opinión pública que se estaba combatiendo el secuestro. 

Me refiero al famoso caso de la ciudadana francesa Florence Cassez, que provocó un conflicto con Francia, por el montaje armado por García Luna y Carlos Loret. 

Desde entonces, era voz pública que García Luna estaba coludido con secuestradores y, “casualmente”, el delito de secuestro repuntó más de 500% en los gobiernos de Fox y Calderón.    

Pero también fue público que el general Tomás Ángeles Dauahare, subsecretario de la Secretaría de la Defensa Nacional, le informó personalmente a Calderón de las atrocidades cometidas por García Luna.

Pero como a todos los que señalaban a García Luna, la respuesta contra el general fue acusarlo de vínculos con el narcotráfico y encarcelarlo.

Este hecho documenta plenamente la complicidad total y absoluta entre Felipe Calderón y García Luna.

El complot estaba cuadrado: mientras Calderón decía en público que había emprendido una guerra sin cuartel contra el narcotráfico, García Luna cobraba miles de millones por proteger y defender al Cártel de Sinaloa, cayera quien cayera, al fin su jefe saldría en su defensa a decir que eran “daños colaterales”. 

Vaya perversión. No les importó bañar de sangre al país y enlutar miles de hogares inocentes.

La Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, llamó a todas y todos los sectores sociales a no olvidar este lamentable episodio de abuso, porque “si se olvida, se repite la historia”.

Una especie de comisión de la verdad, integrada por ciudadanos probos, imparciales y distinguidos, debería decidir si se enjuicia en México a Felipe Calderón y a su esposa Margarita Zavala por el delito de traición a la patria o, por lo menos, si deben ofrecer una disculpa pública a las y los mexicanos por haber puesto a un criminal a cargo de la seguridad del país.             

Porque este episodio, como dice la Presidenta de México, no puede volver a repetirse en México.

Por Víctor Hugo Romo de Vivar Guerra

Diputado de Morena en el Congreso de la Ciudad de México 

@vromog

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