Malos modos

Dos sugerencias para la televisión del gobierno

El optimismo es de mal gusto y la ingenuidad ya no tiene sitio en este país, en pleno reinado de las fake news y luego de los seis años

Dos sugerencias para la televisión del gobierno
Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

El optimismo es de mal gusto y la ingenuidad ya no tiene sitio en este país, en pleno reinado de las fake news y luego de los seis años de gaslighting cada 24 horas directamente en tu pantalla, así que, para las personas que van a dirigir los canales de TV del gobierno, queda apenas un puñadito de sugerencias, de las que enseguida me permitiré reproducir un par, en un afán de mejora muy necesario cuando lo que usas es dinero del pueblo bueno.

Me adelanto: no, no voy a insistir en que devuelvan a la barra de programación aquellas mesas de analistas llenas de crítica hacia el régimen; a aquellas talking heads de la reacción. Entiendo que los moralmente derrotados no tienen chamba en la 4T, porque fuera máscaras y nuestro pecho progresista no es bodega, y que aparte hay que ahorrarse una lana.

Entiendo también que de las mañaneras del pueblo día sí y día también no nos salva ni dios, con el argumento de que son un ejercicio de rendición de cuentas y un modo de romper el bloqueo de los medios hegemónicos y blablabla, y que alrededor de las mañaneras probablemente haya un previo a la mañanera del día y luego una mesa de análisis, sin mencionar los fragmentos de rigor en los espacios noticiosos.

Va. Ni hablar. Supongo también que la cargada de contenidos 100% culturas prehispánicas-pueblos originarios-miren lo que nos quitaron los españoles-todos somos hijos del maíz no transgénico porque sin él no hay país será inevitable. El huipil llegó para quedarse, porque deuda histórica y blablabla. Órale. Dénse.

¿Entrevistadoras poniéndole pases de gol a funcionarios del oficialismo, escritores a mayor gloria de la Transformación y el analista a sueldo de la semana? Pos okey. ¿Un compa y una compa recorriendo, súper originalmente, que cantinas, que fondas, que mercados, porque reivindicamos lo popular y blablabla? Adelante. Después de todo, siempre nos quedará Netflix.

No, mis sugerencias no van por ahí. Lo que tengo, les decía, son dos propuestas que, sinceramente, son más bien dos súplicas. La primera: si van a poner a un monero sin sentido del humor a animar un programa, ¿puede ser uno que medio dibuje? Lo digo porque ya experimentaron con Rape y el dibujo era tan malito que necesitaba subtítulos para que entendieras a quién retrataba.

Sobre todo: ¿no creen que ya es momento de cerrar el ciclo de chavorrucos bien desmadrosos? En serio, la televisión ya no da para más rolas setenteras con letras paródicas que le echan la culpa a Calderón, disfraces de conquistador español y acentos de esos en que confunden la ese con la zeta dos de cada tres veces (“Oztia, me encantan las patataz y te voy a zaquear”), o travestis antiopositores con 0% de “llegamos todas”.

En fin: ojalá que escuchen estas súplicas. Si les va bien a ustedes… Bueno, ya saben.

POR JULIO PATÁN

COLABORADOR

@JULIOPATAN09

MAAZ

 

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