Todos somos México

Tres décadas de lo mismo (I)

Es evidente que ningún país podrá por sí solo dar enfoque humano y otra dimensión, tratamiento y atención, a la migración, un gran desafío para este siglo

Tres décadas de lo mismo (I)
Mauricio Farah / Todos Somos México / Opinión El Heraldo de México Foto: Heraldo de México

Hace 30 años, en octubre de 1994, el gobierno de Estados Unidos puso en marcha la Operación Guardián en su frontera con México.

Esta acción es un hito en la historia de la migración en el continente, y como tal da pie a analizar lo que ha sucedido en materia migratoria en estas tres décadas, lo que haré en esta y en la siguiente entrega de esta columna. 

La Operación Guardián tenía el propósito de “disuadir a los migrantes” para que renunciaran al cruce de la frontera, por percibirlo complicado e intimidatorio. Con todas sus variantes, los principios de esta operación se quedaron como política fronteriza y se acentuaron después de los ataques a las Torres gemelas en 2001.

Hay ahora alrededor de mil 200 kilómetros de muro, que cubren poco más de un tercio de la frontera, y que fueron construidos en las administraciones de Bill Clinton (100), George W. Bush (750), Barack Obama (200) y Donald Trump (127).

El número de agentes asignados a la frontera con México ha crecido de 3 mil 555 en 1992, a 19 mil 357 en 2022, en tanto que la tecnología desplegada en la frontera ha aumentado en cantidad y sofisticación.

El presupuesto anual de la Patrulla Fronteriza ha pasado de 363 millones de dólares en 1993, a 6 mil 270 millones en 2024, con un gasto total de 90 mil millones de dólares en 11 mil días.

Este es el precio que se ha pagado por blindar los centros urbanos de cruces irregulares y empujar los flujos migratorios a zonas inhóspitas y de alto riesgo, como ríos, desiertos y montañas, pero el costo más alto no es este, sino el de la pérdida de más de 10 mil vidas de migrantes en la frontera, lo que equivale a un deceso cada día desde el inicio de la Operación Guardián. 

La detención de migrantes en la frontera ha subido y bajado, pero se ha impuesto el incremento: en 2023, por ejemplo, la Patrulla Fronteriza realizó 2 millones 475 mil detenciones.

Todo va hacia arriba: el presupuesto, los recursos humanos, la tecnología, las detenciones, el paso irregular, las muertes, y también han ido y van hacia arriba las tarifas de los traficantes, la presencia del crimen organizado, la violencia y la comisión de delitos, como homicidios, desapariciones, secuestros y trata de personas. 

A lo largo de los años, he planteado la pregunta de si la política fronteriza de Estados Unidos es la más adecuada para contener la migración con perspectiva de derechos humanos, y sigo creyendo que hay razones para cuestionar algunas de sus vertientes.

Pero en el panorama de la migración, ahora hablando de la que intenta llegar a Estados Unidos por la frontera con México, hay responsabilidades múltiples: la de los países emisores de migrantes que no han podido crear las condiciones económicas, laborales y de seguridad para reducir la salida de sus nacionales; la de los países con regímenes autoritarios que por acoso y persecución a sus críticos u opositores propician la huida de cientos de miles de personas cada año; y la de los países de otros continentes, cuyos migrantes están ahora intentando entrar a Estados Unidos por la frontera con México. 

Es evidente que ningún país podrá por sí solo dar enfoque humano y otra dimensión, tratamiento y atención a la migración, que es uno de los desafíos más relevantes de este siglo.

POR MAURICIO FARAH
ESPECIALISTA EN DERECHOS HUMANOS
@MFARAHG

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