Con la seriedad de un chiste de cantina, el Senado eligió por tómbola a los jueces y magistrados que se quedaron sin trabajo. Despidió a cientos por “suerte”. El azar le abrió la puerta a otros tantos que, si obedecen y se disciplinan a la 4T, pueden convertirse en juzgadores porque, recordando palabras de AMLO, “¿qué tan difícil es ser juez?
El expresidente ya se fue, pero el tiradero se quedó.
En Morena el conocimiento no es relevante. La lealtad y obediencia ciega sí. Y paga bien.
Bienvenidos al régimen donde la preparación y experiencia resta más de lo que suma. Hemos arribado a una nueva realidad que busca comparsas, súbditos y lacayos.
El sábado pasado, entre la chunga y la incredulidad de quienes se encontraban en el Pleno de la cámara alta, atestiguamos el caos hecho procedimiento; la sinrazón convertida en legislación.
Morena y sus aliados, que lograron el quórum con la presencia cómplice de la mayoría del grupo parlamentario del PRI (PAN y MC se ausentaron) insacularon, en un par de tómbolas 350 plazas de Magistrados de circuito y 361 de Jueces de distrito.
Con pelotitas rodando por el salón, un mar de dudas, pizarrones para intentar explicar lo inexplicable con palitos y bolitas, bromas y risas contenidas de quienes se prestaron al ridículo, legisladores de la 4T consumaron un ejercicio inédito, tapizado de enredos, producto de la reforma al Poder Judicial.
En total, irán a una todavía más enredada elección en junio de 2025, 464 espacios para ser magistrados y 386 para ocupar una de las vacantes de jueces.
Faltaron los niños gritones, pero no fueron necesarios; ahí estaba el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, para jugar el rol que hiciera falta.
“Todos estamos aprendiendo. De aquí a la Lotería Nacional”, dijo sonriente el senador.
“La verdad es que no tenemos la experiencia para hacer un proceso de esta complejidad, porque es inédito”, reconoció. ¿Qué importa? Echando a perder se aprende, pensarán.
En el pleno ya pocos prestaban atención. Pocos senadores aguantaron el batidillo y prefirieron abandonar la sesión. Al cierre de la misma, no más de 30 permanecían en sus escaños. Ya era lo de menos. El siguiente golpe al Poder Judicial estaba consumado. El premio mayor era para la 4T.
-Off the record
Él fue incapaz de caminar las calles de la devastación, acercarse a los damnificados y escuchar de viva voz sus reclamos. Ella estuvo ahí: caminando y recorriendo las zonas afectadas. Él puso de pretexto “cuidar la investidura presidencial”. Para ella no hubo pretexto.
López Obrador simplemente no quiso ir. La presidenta Claudia Sheinbaum estuvo ahí el viernes. Se podrá decir que con su visita Acapulco no se levantará, pero la forma importa… y mucho.
POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
@MLOPEZSANMARTIN
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