Rosa mexicano

Pisos pegajosos

Si bien ha habido muchos hombres que han sido aliados de las mujeres, que han impulsado nuestras causas y agendas, no podemos negar el poder simbólico de tener a una mujer ahí, en la silla presidencial

Pisos pegajosos
Caty Monreal Pérez / Rosa mexicano / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

México va a hacer historia en 2024. Vamos a saldar una deuda histórica con la gente de México, con más de la mitad de la población, con más de la mitad del padrón electoral, que nunca ha tenido a alguien que se ve como ellas, que ha tenido que asumir los retos de ser mujer y vivir en la vida pública.

Si bien ha habido muchos hombres que han sido aliados de las mujeres, que han impulsado nuestras causas y agendas, no podemos negar el poder simbólico de tener a una mujer ahí, en la silla presidencial. Es un parteaguas que pocas naciones han podido o querido realizar.

Es un parteaguas que requiere además que nos miremos a los ojos y hagamos un examen de consciencia plena sobre que significa. Es por eso que he estado usando ese espacio para hablar de este momento histórico. Lo hago como una mujer que también participa en política, que está interesada en servir a su país y su alcaldía como sólo puede hacerse desde la vida pública. 

Hablar de techos de cristal es también hablar de todos los obstáculos para romperlo. Es enfrentarse a los “pisos pegajosos”. Así se refiere la teoría de género a los obstáculos psicológicos y emocionales a los que las mujeres nos enfrentamos en nuestra vida profesional o pública. Todas esas presiones por no desempeñar roles y estereotipos de género patriarcales. Por ejemplo, para las mujeres que estamos en política, mucho de esto tiene que ver con el espacio que la política nos quita de nuestra vida privada.

La política no sigue horarios. Trabaja los fines de semana. Indudablemente, requiere de un fuerte malabarismo entre nuestra vida privada, nuestras responsabilidades familiares, y la vida pública. Para los hombres, naturalmente esto ha requerido de un apoyo trascendental y fundamental de parte de sus esposas. A la fecha ha habido muchos políticos que se benefician de esposas que están en casas, que crían a sus hijos, mantienen una casa que se vuelve una fortaleza contra el estrés de fuera. Mantener la casa es un empleo de tiempo completo, incluso si se tiene ayuda doméstica. Pensar que hacerlo es fácil es ignorar las estadísticas de cuantas horas se dedican a la semana por parte de las mujeres. Según datos de la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT), en 2019, las mujeres dedicaron, en promedio, 30.8 horas a la semana. Ese número de horas que requiere la atención de un hogar, es el equivalente a trabajar una segunda jornada laboral.

Estos requerimientos de tiempo, y la culpa que las mujeres sentimos al no dedicarle tiempo a nuestro hogar, son una parte importante de porque existen pisos pegajosos que no permiten que las mujeres asciendan en su vida profesional, que no se rompan los techos. En México, el día del trabajo doméstico lo conmemoramos el Día Nacional de Balance Trabajo-Familia el primero de junio. Al siguiente día votaremos a la primera mujer en ser presidenta de nuestro país. 

POE CATY MONREAL 
PRESIDENTA ROSA MEXICANO / ACTIVISTA 
@CATYMONREAL_

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