El mundial femenino de fútbol de Australia/Nueva Zelanda 2023 ha sido un gran éxito, tanto en términos deportivos como de audiencia. El torneo ha sido testigo de grandes actuaciones, récords rotos e historias inspiradoras que van más allá de la cancha.
En términos deportivos, el torneo ha sido muy competitivo. Las mejores selecciones del mundo se han enfrentado en partidos emocionantes y el nivel de juego ha sido muy alto. Prueba de ello es que ocho de las selecciones posicionadas en los primeros diez lugares del ranking FIFA, cumplieron con avanzar a octavos de final, tal es el caso de: España, Inglaterra, Suecia, Francia, Estados Unidos y el país anfitrión, Australia. El torneo también ha sido testigo de grandes actuaciones individuales, sin embargo el trabajo en conjunto es el que ha provocado más de una sorpresa para algunos de los equipos favoritos.
En términos de audiencia el torneo, aún contemplando la discreta promoción que se le había dado en medios nacionales e internacionales, ha sido un gran éxito. Más de 1.2 mil millones de personas han visto el torneo en todo el mundo, lo que lo convierte en el evento deportivo más visto del año. El torneo también ha sido un éxito en Australia, donde ha sido visto por más de 10 millones de personas.
Aunado a las inspiradoras historias de algunas jugadoras emblemáticas, como la de Megan Rapinoe y Alex Morgan, ambas con cuatro mundiales y la brasileña Marta, con seis mundiales y récord de más goles que cualquier otra jugadora en la historia de la Copa Mundial Femenino de Fútbol, hemos sido testigos de nuevos récords e increíbles acontecimientos dignos de ser inmortalizados en una película.
Fuimos testigos de auténticas proezas como la primera victoria de las selecciones de Zambia y Marruecos; la hazaña de la Selección de Jamaica, que necesitó de una campaña de donación para acudir al mundial y que por primera vez alcanzó la ronda de 16vos de final, o como las jugadoras Sarina Bolden y Katie McCabe, quienes serán recordadas como las anotadoras del primer gol en copa del mundo para Filipinas e Irlanda, respectivamente.
A medida que concluye este emocionante torneo, nos encontramos no sólo celebrando la victoria de equipos, la energía del juego y despidiendo a las leyendas que concluyen su etapa en competiciones internacionales del máximo nivel, sino también el triunfo de la perseverancia, el espíritu deportivo y la visión de un mundo en el que el talento y la determinación trascienden géneros.
Aún no se conoce la próxima sede del mundial femenino de 2027, sin embargo el tiempo nos favorece para que la Selección Mexicana pueda clasificar vía méritos deportivos. Recordemos que para el torneo del 2023, la Selección Mexicana quedó último de grupo de la fase clasificatoria tras perder ante Haití, Jamaica y Estados Unidos, quedando fuera por segundo mundial consecutivo. Una opción adicional para el próximo mundial sería clasificar automáticamente, ya que entre las propuestas de sede se encuentra México y Estados Unidos como países anfitriones.
La inspiración y el legado continúan, nos impulsan hacia un futuro donde la igualdad y la grandeza deportiva se entrelazan en una historia que aún no termina de escribirse.
POR DIEGO SÁNCHEZ
COLABORADOR
MAAZ
