Misión Especial

“Esperemos que sea mujer”

Aun cuando muchos políticos hombres se declaran feministas, son bastante misóginos, por eso es tiempo de que al frente del Estado esté una mujer

“Esperemos que sea mujer”
Martha Bárcena Coqui / Misión Especial / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

La película de Mario Monticelli relata la historia de una familia en la que prevalecen las mujeres. Elena, interpretada por Liv Ullman, resuelve innumerables problemas y ante el futuro de madre soltera de una las jóvenes de la familia y la pregunta de qué hacer, las mujeres responden: “Esperemos que sea mujer.”

Es tiempo de que al frente del Estado mexicano esté una mujer. Aun cuando muchos políticos hombres se declaran feministas, son bastante misóginos. Aprecian y promueven a las mujeres que les son incondicionales. Descalifican a las que los critican. Son implacables jueces del físico de sus colegas y no ven el propio. Tachan a las mujeres fuertes de rencorosas, vengativas, duras e intolerantes, cuando ellos lo son. Lo que se percibe en políticos hombres como cualidades o habilidades, se convierten en defectos en una mujer dedicada a la política.

México tiene la fortuna en este momento de contar con tres aspirantes mujeres a la Presidencia de la República: Claudia Sheinbaum, por Morena, y Beatriz Paredes y Xóchitl Gálvez por el Frente Amplio por México.

Las críticas a las que me referí ya son evidentes en las redes sociales. Que si una es una botarga, que si la otra es tiesa y con cara de palo, que si está gorda, que si está vieja, que si es judía búlgara y no mexicana, que si no es indígena o si lo es, que si vendió gelatinas o tamales, mientras la otra bailaba. Propaganda de la peor ralea.

Esas tres mujeres son fuertes, trabajadoras, inteligentes y con experiencia. Claudia Sheinbaum estudió física y luego un doctorado en ingeniería energética. Es autora de artículos sobre desarrollo sustentable, energía y medio ambiente. Fue secretaria de Medio Ambiente del gobierno del Distrito Federal y su jefa de Gobierno ya como Ciudad de México. Xóchitl Gálvez es ingeniera en computación y empresaria. Fue comisionada de los Pueblos Indígenas y es ahora senadora. Beatriz Paredes es la política más completa que tiene México. Ex gobernadora de Tlaxcala, secretaria de la Reforma Agraria, embajadora de México en Brasil, senadora. Estudió sociología y literatura hispanoamericana.

Me arriesgo a afirmar que ningún otro de los precandidatos hombres cuenta con currículos similares.

Es tiempo de exigir respeto a las precandidatas a la Presidencia de la República. Rechazar las campañas en su contra basadas en descalificaciones misóginas, vengan de donde vengan. Escuchar sus propuestas para decidir, con base en sus programas, quien de las tres nos convence para encabezar el próximo gobierno de México.

Porque si atendemos a las buenas experiencias de otros países con gobiernos encabezados por mujeres, como Alemania, Dinamarca, Irlanda, Noruega, Islandia, Finlandia, Costa Rica, Chile y Nueva Zelanda, al elegir a una mujer como presidenta, podremos confiar en un gobierno sensato, humanista, eficiente y eficaz, honesto y con clara vocación social.

POR MARTHA BÁRCENA COQUI

MARTHA.BARCENA@ELHERALDODEMEXICO.COM

@MARTHA_BARCENA

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