Columna Invitada

Adán Augusto, la institucionalidad es primero

Por sus atribuciones y facultades institucionales, es el desarrollador de la institucionalidad nacional

Adán Augusto, la institucionalidad es primero
Ricardo Peralta / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

El fortalecimiento de la institucionalidad tiene que ver como base primordial en un marco jurídico magro que atienda y entienda los fenómenos operativos de la gobernabilidad, como primera premisa.

A nivel mundial existe el Índice de Calidad de las Instituciones en el que se miden las diversas acciones que realizan los gobiernos para fortalecer sus instituciones, tanto políticas, económicas y sociales, y estas también toman como referencia información proveniente del Banco Mundial, Foro Económico Mundial, así como Transparencia Internacional, entre otras.

Este parámetro evalúa a 190 economías del mundo, donde México ocupa el número 93 de la medición mundial y de Latinoamérica el 7; esta evaluación también tiene que ver con el cumplimiento de las agendas nacionales en todos los rubros y todos los ramos del país que va íntimamente relacionado con el Plan Nacional de Desarrollo, la relación multinacional y primordialmente la Política Interior.

El secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, se convierte, por sus atribuciones y facultades institucionales, en el desarrollador de la institucionalidad nacional, pues garantizar la gobernanza y la gobernabilidad requiere de armonizar a los tres Poderes de la Unión y todas las estructuras de los tres órdenes de gobierno.

El indicador de institucionalidad política lo posiciona en el más alto rango a nivel mundial por haber cumplido con la agenda nacional en tiempo récord, si sus últimas gestiones se evaluaran con los parámetros con los que se miden los países, pues entre las iniciativas legislativas, la gestión política, que incluye su presencia física y la celebración y cumplimiento de acuerdos, lo llevan en un cumplimiento de 0 a 10 en la más alta calificación por la efectividad que hoy es un hecho de público conocimiento.

Tener un margen de alta institucionalidad promueve el desarrollo y atracción de inversiones extranjeras, fortalece la moneda, previene devaluaciones, otorga certidumbre económica y celebra elecciones interiores con paz social, ejemplo de ello las elecciones anteriores del pasado 4 de junio en el Estado de México y Coahuila donde hubo saldo blanco, sinónimo de gobernabilidad.

Adán Augusto López Hernández se convierte en el hombre de la institucionalidad nacional, ya que es un atributo de una república con Estado de Derecho, donde la división de poderes está garantizada y el consenso mayoritario se ve reflejado en la paz social.

El tema de la institucionalidad es complejo, pero requiere una determinante y diferenciadora mano izquierda para ejercer el poder, es la especialidad de la casa, una forma intuitiva y natural de hacer política a través de los acuerdos en paralelo con el cumplimiento irrestricto de nuestra normatividad.

Institucionalidad es finalidad, también es responsabilidad, pero primordialmente personalidad, es el toque que algunos evidencian y en otros es total ausencia. Adán Augusto López Hernández lo convirtió en habilidad.

POR RICARDO PERALTA

COLABORADOR

@RICAR_PERALTA

PAL

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