El David es la obra en que se exhibe de manera más clara el genio escultórico de Miguel Ángel, la escultura fue comenzada cuando el artista tenía 26 años, en 1501. En la actualidad se encuentra en la Galería de la Academia de Florencia, pero hasta 1873 estuvo situado delante del Palazzo Vecchio, en la Plaza de la Signoria, en el lugar en que hoy está emplazada una copia.
Por primera vez en su historia, Italia reconoció la existencia del “derecho a la imagen del patrimonio cultural como expresión del derecho a la identidad colectiva de los ciudadanos” y, a partir de ahora, quedará prohibido el uso ilícito con fines comerciales de esta icónica obra, informó la Galería de la Academia, después que una famosa editorial que, a falta de licencia para utilizar la imagen y sin pagar ninguna cuota por su uso, publicó la obra maestra en la portada de su propia revista, modificada con el mecanismo del papel lenticular convirtiendo y luego superponiendo a la imagen de un modelo, una persona real.
Si bien desde 2017 existía una medida cautelar del Tribunal de Florencia que disponía que no podía reproducirse la imagen de la emblemática escultura para usos comerciales en Italia y en toda Europa, sin la autorización expresa de la Galería de la Academia y el consecuente pago de regalías -debido al uso no autorizado de la imagen por una empresa turística llamada Visit Today, en sus folletos promocionales-, esta nueva sentencia postula por primera vez, como hecho de fondo, la existencia del “derecho a la imagen del patrimonio cultural”.
Según la agencia de noticias italiana ANSA, los jueces concluyeron que la reproducción no autorizada de la imagen de David “causó un perjuicio de carácter material, vinculado al impago de la tasa por la utilización del bien calculada en 20,000 euros, pero sobre todo un daño de carácter inmaterial, cuantificado en 30,000 euros, ya que la editorial con la técnica lenticular “comparó insidiosa y maliciosamente la imagen de David con la de un modelo, desvalorizando, oscureciendo, mortificando, humillando así el elevado valor simbólico e identidad de la obra de arte para servirla con fines publicitarios y de promoción editorial".
De acuerdo a las leyes italianas, la imagen del patrimonio cultural es una expresión de la identidad cultural de la nación y de su memoria histórica que debe protegerse de conformidad con el art. 9 de su Constitución. De esta forma, la escultura se considera parte del imaginario colectivo de ese país y por eso considerado como un bien sujeto a una tutela concreta, que no se puede modificar ni degradar. Esta sentencia es pionera y coloca al país transalpino en la vanguardia de la protección del patrimonio cultural italiano.
Desde ahora, la obra de Miguel Ángel no puede ser explotada para fines comerciales sin permiso de la Galería de la Academia de Florencia y sin pago de los derechos, según la sentencia emitida por el tribunal de Florencia. Las empresas italianas o europeas que quieran reproducir la imagen en sus productos deberán contar con la autorización del museo y pagar las correspondientes cuotas, lo que significa que toda reproducción de la escultura, y de la obra en el museo florentino, en principio, debe ser autorizada y pagar un derecho, incluyendo souvenirs, como llaveros, playeras u otros que copian la escultura de mármol blanco, que se venden en Italia.
POR BERNARDO NOVAL
CEO MUST WANTED GROUP
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