Caí. Caí redondita con la fotografía del Papa. En la red empezó a circular una imagen en donde se veía al Pontífice con una chamarra puffer totalmente blanca, hasta el suelo, supuestamente de la firma Balenciaga, en conjunto con unos tenis enormes y detalles dorados. Todo el look del líder religioso llamaba la atención por las firmas que portaba, totalmente marcas de lujo, y porque se salían del protocolo retacado que normalmente lleva.
Por estos factores la foto dio la vuelta al mundo. Se volvió una imagen sumamente viral, en donde millones de personas, al igual que yo, creyeron ver a un nuevo Papa Francisco fashionista. Pero una mega decepción nos llegó a todos los ilusos cuando se conoció un giro inesperado: todo había sido creado por inteligencia artificial. Así tal cual, por un robot, y había sido una ilusión de la realidad.
La idea se le ocurrió a un treintañero de Chicago, quien se ha dedicado a la pintura y al arte hecho con IA, como un pasatiempo terapéutico, estaba jugando con la herramienta Midjourney le pidió que creara una imagen con las siguientes especificaciones: Papa + Católico + Francisco + Abrigo hinchado de Balenciaga + Calles de París, el resultado fue increíble. Y es la fotografía que hemos visto circular en todo el universo digital.
Hoy en día tendremos que tener un ojo crítico para saber qué entra dentro del mundo terrenal y qué está en el universo digital. En junio del año pasado Cosmopolitan presentó su revista con una astronauta pisando lo que parecía la luna.
El balazo de la publicación aseguraba que era la primera plana de una revista hecha con inteligencia artificial, y presumían que solamente les había tomado 20 segundos en realizarla.
El pronóstico dice que para 2030 la inteligencia artificial aportará con 16 millones de dólares a la economía global. Por eso las marcas y firmas empiezan a aprovechar de las herramientas, aumentar su visibilidad y empezar con un crecimiento. Puede ser que estas tendencias que no son generadas por seres humanos no peguen, y se quede en una moda, pero seguramente veremos más negocios de moda experimentando con esto, ya vemos colecciones completas generadas por IA, shooting con modelos robots, y sesiones de fotos generadas por una computadora.
Estamos acostumbrados a tener conversaciones con chatbots, a usar espejos inteligentes, o a recomendaciones que nos da un algoritmo, que ayudan a las firmas a tener mayores ventas, seguir la tecnología y mantenerse relevantes. Por supuesto como todas las industrias, la moda también ve de lejos esta ola tecnológica que amenaza con quitarle el trabajo a vendedores, estilistas, modelos, fotógrafos, etc, pero por otro lado subraya a los trabajos creativos y las manos artesanales. Una modelo creada con IA, nunca podrá ser reemplazada por un ser humano, ¿o si?
POR BEGOÑA COSÍO
@BEGOCOSIO
MAAZ
