El sector del plástico agrupado por cinco mil 100 empresas de las cuáles 36 por ciento se ubica en la CDMX, Estado de México, Guanajuato y Jalisco, genera cerca de un millón de empleos principalmente en rubros de productos de uso industrial, autopartes y botellas.
Sin embargo, importa 4.1 millones de toneladas, con un valor de 16 mil millones de dólares, mientras que la exportación ronda 2.4 millones de toneladas, que valen unos nueve mil millones de dólares, que le genera un déficit comercial de más de ocho mil 400 millones de dólares en productos de plástico.
Ante estas cifras, el sector está inmerso en el panorama que vendrá este 2023 en materia financiera, política y económica a nivel nacional e internacional, además de estar atento a los retos en materia de Economía Circular.
A través del foro Perspectivas de la industria, organizado por la Asociación Nacional de Industrias del Plástico(ANIPAC), que preside Aldimir Torres Arenas, la ANIPAC busca promover el desarrollo y fortalecimiento de sus agremiados.
Cabe resaltar que mediante la inversión extranjera directa también se beneficia y si bien ésta cayó a raíz de la pandemia, para 2022 registró un crecimiento; en esta misma línea resalta la tendencia del nearshoring.
Con dicha estrategia también crece la fabricación local de maquinaria, por ejemplo, en Jalisco se estableció una planta de producción de inyección de plásticos para fabricar 200 inyectores por año, con lo que se prevé crezca una nueva línea de negocio a la par de que el mercado local tenga acceso a este tipo de producto sin lidiar con temas de importación.
DESDE ESPAÑA
Y ya que estamos en temas de sustentabilidad le cuento que en el marco del Mobile World Congress(MWC), que se lleva a cabo en Barcelona, el gigante de la tecnología global Huawei, refrendó su compromiso con el medio ambiente, y es que atendiendo la alta demanda de energía que genera el uso intensivo de tecnología, la empresa enfocada en soluciones y ecosistemas para mejorar la conectividad, implementa una estrategia conocida como “más bites,menos watts”, elaborada desde un indicador conocido como Network Carbon Intensity (NCI), el cual evalúa la cantidad de Co² que se arroja a la atmósfera por cada terabyte que se transmite.
El esquema consiste en potenciar el uso de fibra óptica y mejorar la gestión en el consumo de energía a través de Inteligencia Artificial (IA), cuando el uso de redes baja de manera significativa permite apagar y prender, –según sea el caso–, servidores, servicios de nube y otras actividades.Destacan que gestionar de forma adecuada el uso de la energía reduce hasta 30 por ciento su consumo, con beneficios al medio ambiente y a las finanzas de las organizaciones.
POR JAIME NÚÑEZ
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@JANUPI
MAAZ