A inicios del 2018, antes de la elección presidencial, Morena no gobernaba ningún estado del país. El 100% de las entidades estaban bajo el control del PRI, del PAN y del PRD, además de la Presidencia de la República. A partir de la elección todo cambió: Andrés Manuel López Obrador llegó a Palacio Nacional y trajo consigo una serie de importantes victorias para la Cuarta Transformación.
Hoy por hoy Morena y sus aliados gobiernan 23 de los 32 estados del país, es decir, el 71.8% de los espacios. Todas estas victorias frente a candidatos de los partidos que integran el Frente Amplio por México. De las 32 elecciones estatales que se han llevado a cabo de 2018 a la fecha, la alianza PRI-PAN-PRD ha buscado en conjunto 17 gubernaturas pero solo han ganado 3: Aguascalientes con Tere Jiménez, Durango con Esteban Villegas y Coahuila con Manolo Jiménez. Una tasa de efectividad del 17.6%.
Contrario a lo que se comenta en redes de que la elección 2024 no ha arrancado formalmente y que aún falta mucho tiempo, la elección ya empezó. Todas las encuestas serias del país marcan una ventaja importante de Claudia Sheinbaum sobre Xóchitl Gálvez e incluso, este período de precampaña ha servido más para que Samuel García se posicione entre el votante anti AMLO como una alternativa real y competitiva a que Xóchitl reduzca su brecha frente a Claudia.
El tiempo apremia y el Frente no se puede dar el lujo de quedarse paralizado. Sí, si bien Xóchitl Gálvez es el rostro más visible de su proyecto, la carrera va mucho, pero mucho más allá.
- Tienen que socializar la alianza: ¿cómo van a lograr que un priista vote por un panista y un panista vote por un priista? cuando históricamente se han combatido el uno al otro. No se trata de únicamente unir logos y decirle a la gente que vote por ellos dado que hay un enemigo mayor. No por nada Morena ha crecido en espacios priistas y Movimiento Ciudadano en espacios panistas.
- Llevar a los candidatos más competitivos: Si la alianza ganó en Aguascalientes, Durango y Coahuila fue por eso, porque llevaron a los candidatos más conocidos y más aprobados por la ciudadanía. No a los más cercanos a las dirigencias. En momentos como estos, de alta competitividad, tienen que ir los mejores perfiles a todos los espacios: presidencia, gubernaturas, senadurías, diputaciones locales y federales y por supuesto, presidencias municipales.
- Definir una narrativa: Decir que todo está mal en el gobierno de López Obrador no es suficiente. ¿Por qué ellos serían mejores? Si Morena ha ganado es precisamente porque los ciudadanos están en contra de los partidos tradicionales. Habría que considerar también que no son la única alternativa para el votante opositor, la campaña de Samuel García avanza y en estos primeros días de precampaña ha logrado concentrar el interés.
- Construir desde lo local: Contrario a lo que muchos en la oposición piensan, difícilmente la alianza ganará espacios esperando que Xóchitl consiga el voto. Quizás la estrategia es al revés, concentrando los esfuerzos en los municipios y los estados para elevar la competitividad nacional de las marcas. La fortaleza de Morena está en el partido, en el Frente no, necesitan de los mejores candidatos y las mejores campañas para impulsar y el proyecto presidencial.
Los riesgos para la alianza PRI-PAN-PRD son muy altos. No se trata de solo no ganar la presidencia, sino también de perder presencia en el Congreso y en el Senado y aún más espacios en los estados y los municipios.
El tiempo avanza, Morena se consolida y la ola naranja da cada vez más señales de vida.
POR PATRICIO MORELOS
SOCIO DE POLIGRAMA Y PROFESOR DEL TECNOLÓGICO DE MONTERREY
@PATOMORELOS
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