Estamos cercanos a cumplir un mes desde que inició la huelga del sindicato de trabajadores de la industria automotriz de Estados Unidos, conocido como UAW. Desde su inicio el 15 de septiembre del presente año, hay seis plantas y 38 centros de distribución de autopartes que se han sumado. Éstos representan hasta el momento el 13 por ciento de las plantas que tanto Ford, como General Motors y Stellantis tienen en Estados Unidos.
No es la primera vez que una huelga así sucede en la historia de la industria automotriz estadounidense. En 1945 se inició un paro contra General Motors que se extendió 113 días en un periodo marcado por la transición de la economía bélica hacia una economía de consumo. Luego, en 1970, otra huelga paralizó a la industria automotriz estadounidense por 67 días durante el movimiento de derechos civiles, protestas por la participación en Vietnam y una recesión que acentuaba el descontento social.
Hoy algunas circunstancias son similares. La economía se está reponiendo de una pandemia que detuvo parcialmente las cadenas globales de valor y provocó una escasez de componentes clave, como los semiconductores, lo que se tradujo en un impacto importante sobre la vida y los bolsillos de los colaboradores de la industria en Estados Unidos.
Las negociaciones se están tornando cada vez más determinantes. El UAW tomó recientemente la decisión de cerrar la planta de camionetas de Ford en Kentucky, que produce los modelos Super Duty y SUV Lincoln Navigator. 8,700 personas abandonaron sus labores el pasado 12 de octubre, en una planta que genera 25 mil millones de dólares de utilidades.
La naturaleza integrada de la cadena de suministro automotriz de Norteamérica hace que las afectaciones de esta huelga no solo impacten a Estados Unidos, sino también a nuestro país. Las piezas y componentes cruzan varias veces nuestras fronteras, por lo que cualquier interrupción en la producción en Estados Unidos repercute en las plantas de ensamblaje mexicanas, provocando retrasos, reducción de la producción y, en algunos casos extremos, hasta cierres temporales.
México forma una pieza clave en la cadena de valor y producción de la región al ser un fabricante de componentes y ensamblador de vehículos estratégico. De hecho, nuestro país es el principal proveedor de autopartes de Estados Unidos, representando más del 40% de sus compras al exterior.
Esto significa que la huelga podría afectar la logística y cadenas de suministro de partes y componentes nacionales. El escenario es desafiante; sin embargo, en la Industria Nacional de Autopartes estimamos que habrá una reducción en la producción de autopartes superior a los 600 millones de dólares, lo cual representa un poco más del 0.8 por ciento de las exportaciones realizadas a Estados Unidos en 2022.
Hasta el momento, la inactividad sigue estando limitada a las plantas de UAW en Estados Unidos, mientras que las fábricas en Canadá y México continúan operando según el pronóstico con una producción reducida para compensar el eventual impacto sobre dichas instalaciones.
La administración de Joe Biden ya está interviniendo y considerando ayudar a la cadena de suministro estadounidense; principalmente a las pymes. En México, hemos tendido puentes como sector con diversos aliados, entre ellos la Secretaría de Economía.
La industria de autopartes cuenta con la fortaleza para superar este reto. Muestra de ello es que el sector continúa mostrando un excelente dinamismo, con un crecimiento de 11.5 por ciento en el periodo de enero a julio de este año, lo que representa cinco veces el crecimiento de la industria manufacturera y tres veces el crecimiento de la actividad industrial del país en el mismo periodo.
En la Industria Nacional de Autopartes estamos convencidos de que la situación que hoy atravesamos será una oportunidad más para crear sinergias que nos permitan seguir consolidándonos como un líder global, por lo que seguimos trabajando arduamente para mantener a los asociados informados con el fin de crear estrategias ante este y otros desafíos.
Por: Francisco González Díaz.
Presidente Ejecutivo de la Industria Nacional de Autopartes