Columna Invitada

México hacia una América Latina y el Caribe más unida: diálogo, desarrollo y paz

La desaceleración económica provocada por las altas tasas de interés y menor liquidez en los sistemas financieros y por la inflación, sumado a convulsiones políticas y sociales constituyen un panorama complejo

México hacia una América Latina y el Caribe más unida: diálogo, desarrollo y paz
Maximiliano Reyes Zúñiga / Columna invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

El año nuevo significa también un nuevo comienzo. Momento para revisar y profundizar nuestras relaciones con el mundo y, en particular, con América Latina, zona geográfica que con frecuencia está al centro de la política exterior mexicana. Por ello, durante la Reunión de Embajadores y Cónsules, que se realiza anualmente, sostendremos un encuentro regional con los jefes de misión y demás titulares para trazar el rumbo que seguiremos en los próximos meses, con miras a continuar fortaleciendo —en este quinto año de gobierno— la presencia de México en América Latina y el Caribe. 

Sabemos que el 2023 presentará importantes retos. La desaceleración económica provocada por las altas tasas de interés y menor liquidez en los sistemas financieros y por la inflación, sumado a convulsiones políticas y sociales constituyen un panorama complejo. Sin embargo, es en este escenario en donde México tiene mucho que aportar como un promotor de la cooperación internacional, de la solidaridad y como un actor propositivo en la región. 

Con Centroamérica, tenemos una relación dinámica y una alta sinergia, fruto de similitudes, pero también retos en común. El diálogo y la cooperación son claves para relacionarnos con esta zona estratégica y vital para México. Seguiremos trabajando en programas de índole social que tienen como objetivo el desarrollo de la región a partir de acciones de inclusión y fomento al desarrollo sostenible, tal es el caso de los programas “Sembrando Vida” y “Jóvenes Construyendo el Futuro”. 

Para América del Sur, hemos diseñado una sólida agenda con cada uno de los países. Se destaca en especial que México, fiel a su tradición diplomática, participará activamente en procesos históricos que tienen como objetivo consolidar la paz, la inclusión y la resolución de controversias. En el caso de Colombia, nuestro país aceptó la invitación para ser garante de los diálogos de paz entre el gobierno y el Ejército de Liberación Nacional (ELN); en ese tenor, en 2023, México, como país respetuoso y neutral, fue elegido para ser sede de la segunda ronda de conversaciones. Por lo que toca a Venezuela, nuestra nación está lista para retomar las mesas de diálogo entre el gobierno de dicho país y la oposición, hecho que refrenda nuestra reputación como actor internacional de plena confianza. En tanto, al referirnos a Brasil, con la llegada del presidente Lula Da Silva surge una oportunidad para relanzar las relaciones bilaterales, pero a la vez formar una mancuerna en temas regionales de interés común. México también permanecerá atento a la situación en Perú, dadas sus implicaciones regionales. 

Con nuestra tercera frontera, reiteramos la pertinencia de la visión de que “México es Caribe”. Para 2023, incrementaremos la presencia de nuestro país con la expansión de nuestra red diplomática; igualmente, continuaremos promoviendo proyectos de cooperación con las naciones caribeñas, con especial énfasis en los programas sociales. Por otro lado, México, como ferviente partidario del multilateralismo, impulsará su participación en foros y organismos de esta subregión, con los cuales tenemos amplias similitudes.  

También hemos elaborado un ambicioso plan de trabajo que contempla temas transversales. Por ejemplo, en materia migratoria, seguiremos fomentando acciones que alienten una movilidad humana ordenada, segura y regular, al reconocer que la gestión de los flujos es una responsabilidad compartida. De igual forma, nos mantendremos desplegando una robusta diplomacia cultural en la región, mediante distintas iniciativas, siendo la apertura de nuevas sedes de librerías del Fondo de Cultura Económica (FCE) una de las principales. Asimismo, buscaremos reforzar nuestra estrategia para lograr que más países ratifiquen o firmen —según sea el caso— el convenio Constitutivo de la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio (ALCE), además de continuar promoviendo la amplia conectividad aérea con la región. 

Estos son solo algunos matices de aquello que la Cancillería ha preparado para 2023 y que se ejecutará desde la Subsecretaría para América Latina y el Caribe, en el entendido de que frente a un panorama complejo que no distingue fronteras, vicisitudes internas o diferencias ideológicas, es fundamental establecer un rumbo fijo hacia una mayor integración regional, donde la cooperación, el respeto y la fraternidad sean los pilares sobre los cuales descanse nuestra vinculación. Las representaciones de México en América del Sur, Centroamérica y el Caribe trabajarán con base en las prioridades establecidas en párrafos previos, lo que nos permitirá avanzar hacia la consolidación de una región cada vez más fuerte y unida, cuyos intereses logren posicionarse en el ámbito internacional.   

POR MAXIMILIANO REYES ZÚÑIGA
@MAXIMILIANOREYZ

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