Poco o nada servirá la X Cumbre de los líderes de América del Norte celebrada en nuestro país si una parte solo utilizó reclamos, mentiras y medias verdades. No sorprende que López Obrador se maneje con ese tipo de comunicación. Le sirve todos los días en la mañanera; distorsiona la realidad en beneficio propio.
A veces ocurre para maquillar las verdaderas razones que explican lo que sucede en México; otras para fortalecer su discurso con una situación única o endeble, y otras tantas para victimizarse cuando las víctimas… son otras.
Para mí que el reclamo de AMLO a Biden hace un par de días “es el momento de terminar con ese olvido, ese abandono, ese desdén hacia América Latina y el Caribe, opuesto a la política de la buena vecindad de ese titán de la libertad que fue Franklin Delano Roosevelt”, selló por completo la Cumbre. Y es que Biden, saltándose su discurso, le respondió: “en los últimos 15 años hemos gastado decenas de miles de millones de dólares en este hemisferio. Decenas de miles de millones de dólares”, subrayando: “Estados Unidos brinda más asistencia al exterior que cualquier otro país en todo el mundo, no solamente en el hemisferio”. Y eso que no mencionó que en los dos últimos años (bajo su gobierno) es cuando más se ha incrementado el apoyo de Estados Unidos a los países latinoamericanos en toda la historia de esa nación…
Cabe acotar aquí lo siguiente: los dineros estadounidenses dedicados a la ayuda internacional son propuestos por el presidente, pero es el Congreso de la Unión el que decide ya sea apoyar y mejorar la propuesta del ejecutivo (el caso de la guerra en Ucrania, por ejemplo), o bien optar por el todo o el nada sin que esto sea a partir de alguna propuesta presidencial. Es fácil que López Obrador no lo entienda, pues del otro lado del Río Bravo, la cámara de representantes sí es un poder soberano y autónomo, no como en México que se doblan a las peticiones del presidente (y no únicamente estos últimos cuatro años, sino antes también).
Poco o nada importa que López Obrador diga que “Biden es realmente una buena persona”. Tampoco hace diferencia que el mandatario americano aterrizara en el AIFA (ya sabemos donde “durmió” el Air Force One y de dónde salió Biden de regreso a EEUU…). Tampoco importa que López Obrador le diga a Biden y al gobierno estadounidense cómo y dónde invertir su dinero o que pretenda decirles cómo gobernar.
Lo que realmente importa, y es muy preocupante, es el nulo entendimiento que tiene López Obrador respecto a Biden, sobre procesos legales (TMEC, gubernamentales, acuerdos de migrantes) y en general sobre Estados Unidos y Canadá. Países en los cuales los empresarios no se doblan ante el gobierno, ni son invitados a comprar lotería mientras meriendan tamales de chipilín, sino que sostienen una relación con objeto de obtener ganancias, mientras su gobierno supervisa que paguen bien a sus empleados y contaminen lo menos posible.
El problema que tenemos en México con AMLO es su nulo entendimiento y necedad —la peor combinación— cuando lo que se busca es lograr acuerdos e impulsar la relación entre los tres países para mejorar la inversión en el nuestro. No se trata de un juego, ni de una competencia. Tampoco debería de ser una cuestión ideológica como lo piensa Andrés Manuel.
Estamos ante la gran disyuntiva de relanzar el TMEC y conseguir que las empresas estadounidenses y canadienses que salgan de China vengan a México; pero no lo harán si no les da nuestro gobierno la certeza jurídica para invertir, tal como ocurre en el sector energético. De hecho, la queja presentada por Estados Unidos y Canadá contra la política energética de México (julio 2022) continúa y no se resolvió en esta cumbre. Lo que no atisba el gobierno mexicano es que este problema aún puede escalar y las quejas que se traten bajo el marco del TMEC se formalicen, con lo cual México tendría que pagar miles de millones de dólares.
Los tres jefes de Estado han dado su conferencia de prensa, buenos deseos, importancia de trabajar en conjunto. Biden agradeció que México reciba 30,000 migrantes al mes. López Obrador no dijo nada de los 30,000 que sí recibe EEUU.
Más allá de la foto, ojalá el nulo entendimiento que tiene López Obrador de la realidad que vivimos no descarrile una relación que en términos comerciales es mayor a toda la que hay con la Unión Europea, y que hoy más que nunca puede impactar positivamente a los trabajadores de nuestro país.
POR VERÓNICA MALO GUZMÁN
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@MALOGUZMANVERO
MAAZ