COLUMNA INVITADA

La vieja Europa

En supuesta defensa de la paz, la OTAN ha dejado miles de muertos y crisis sociales profundas

OPINIÓN

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Diego Latorre / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El camino al infierno, dice el refranero, está plagado de buenos deseos. Esto es rotundo, y para muestra basta con repasar la historia de Europa del siglo XX y lo que llevamos del actual para advertir, además, que cuando de buenos deseos se trata, los europeos son profusamente desacertados, y lo peor es que, ya sin disimulo alguno, son títeres de Estados Unidos: si Latinoamérica es el patio trasero de los gringos, el garaje y el jardín del frente es Europa; aquí no se salva nadie.  

La expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) al este europeo es y ha sido un error marcado por muchos especialistas desde hace varios años. 

Es más, la OTAN, en sí misma, es una idea abominable, y sus intervenciones, desgraciadas: Serbia, Bosnia, Montenegro, Kosovo, Irak, Afganistán, Libia, y un largo y terrible etcétera. 

Sin duda, la intromisión militar de Putin y Rusia en Ucrania es condenable, dando pie a una guerra que sólo va a traer penurias, muerte y más desigualdad social, pero eso no significa que el despliegue militar de la OTAN o su participación en el conflicto pueda ser algo bueno. 

El discurso extendido en medios masivos y desde los gobiernos que suele asociar la OTAN a la “defensa de la libertad de los pueblos contra gobiernos autoritarios”, es, por decirlo suavemente, una patraña. 

La historia y los números demuestran lo contrario, pues su verdadera función es cuidar los intereses de sus miembros, sobre todo de Estados Unidos, Alemania e Inglaterra. 

En supuesta defensa de la paz, la OTAN ha dejado miles de muertos y crisis sociales profundas.

Los líderes europeos, obnubilados, irrumpen con declaraciones irracionales, como la propinada por la flamante primera ministra de los Tories, al reemplazo de Boris Johnson, Lizz Truss, quien en plena campaña y a pregunta expresa manifestó que “sí lanzaría un ataque nuclear contra Rusia, aunque el resultado pueda ser la aniquilación global”. 

La cumbre de la Alianza Atlántica en Madrid, realizada en junio pasado, autorizó militarizar al continente, escalar masivamente la guerra con Rusia y prepararse para la guerra con China; sus líderes se comprometieron a entregar la gama completa de fuerzas necesarias para la guerra de alta intensidad y multidominio contra competidores con armas nucleares (NATO - News: 2022 NATO Summit, 28-Jun.-2022). Esto mismo se ha ratificado en estos días.

En fin, the winter is coming y los líderes europeos apuestan al incremento del arsenal bélico de Ucrania y a una larga y desgastante confrontación, sin importarles un bledo el pueblo ucraniano, el ruso
o el suyo. 

Las medidas draconianas de ahorro energético implantadas con efectos inflacionarios y elevación del gasto militar atizarán el resquebrajamiento de la Unión Europea. 

La vieja Europa, parafraseando a Fernando Vallejo, es la misma puta de Babilonia: (neo)colonialista, xenófoba, artera y taimada.

POR DIEGO LATORRE LÓPEZ
COLABORADOR
@DIEGOLGPN

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