Ahora que ya hay relevo en la Secretaría de Educación Pública es un buen momento para preguntarnos qué ha pasado con la evaluación del magisterio.
Una de las principales promesas de campaña del entonces candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador, fue echar atrás la Reforma Educativa (2013) que promovió el Presidente Enrique Peña Nieto.
Aquella reforma creó el Servicio Profesional Docente cuyo objetivo era garantizar la idoneidad de las capacidades y conocimientos de los maestros y maestras, así como del personal con funciones de dirección y supervisión. Se buscaba la profesionalización a través de la capacitación y evaluación de los docentes mediante concursos de oposición para el ingreso, promoción, reconocimiento y permanencia en el sistema educativo.
En respuesta, miles de maestros se movilizaron paralizando escuelas, calles y vías de comunicación como protesta contra la reforma, considerada por algunos como la “guerra contra el magisterio”. La manipulación de la información desde la campaña política de Andrés Manuel; el chantaje y poder de la ex líder sindical, Elba Esther Gordillo; algunos maestros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, pero la mayoría de la CNTE, que no querían someterse a evaluaciones periódicas, pudieron más y millones de personas se sumaron a las filas de Morena.
Un año después vino la tragedia de Ayotzinapa. En mi opinión fue el principio del fin del gobierno del presidente Peña Nieto y del propio priísmo.
Una vez en la presidencia, López Obrador, envió una iniciativa a la Cámara de Diputados para abrogar la Ley General del Servicio Profesional Docente y la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), con ello desapareció el organismo autónomo, los concursos de oposición, el programa de estímulos e incentivos y las evaluaciones obligatorias de los maestros.
Sin embargo, el 30 de septiembre de 2019, se publicó en el Diario Oficial de la Federación, la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (LGSCMM), con ella se creó la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM), encargada de realizar la selección para el ingreso, promoción y reconocimiento del personal docente. Hay nuevas convocatorias pero la transparencia de los resultados no queda muy clara.
La evaluación de los maestros es fundamental para ofrecer una educación de calidad, no solo se trata de acomodar plazas, mantener al magisterio quieto y lejos de las calles. México es uno de los países peor evaluados en la prueba PISA, que es el Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes de la OCDE, muy por debajo de la media internacional.
Nuestro futuro radica en la educación, en el desarrollo de la ciencia y la investigación. Sin maestras y maestros capacitados, no podremos competir a nivel mundial, México quedará rezagado, siempre preso de las economías más fuertes.
POR JORGINA GAXIOLA
JORGINAGAX@GMAIL.COM
@JORGINA_GAXIOLA
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