Parece evidente una desaceleración en las economías de todo el mundo, con lo cual México podría entrar en recesión para mediados de 2023, que a decir de los expertos se extendería al menos 9 meses hasta 2024.
Según Moody´s Analytics, esto se agrava debido a la contracción en la economía de los Estados Unidos, lo que provocaría que la inflación retrasara los objetivos del Banco de México (BANXICO), hasta 2025.
Lo curioso es que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, considera que vamos bien e incluso ve estabilidad económica en el país, sin embargo, la calificadora Moody´s Analytics tiene otros datos.
De acuerdo con el análisis de la calificadora, se esta formando la tormenta perfecta, ya que la economía mexicana enfrenta una combinación de eventos desfavorables: choques de oferta en la economía global, altos precios de las materias primas, así como el debilitamiento de la demanda interna ante la necesidad de una mayor restricción monetaria para abatir la inflación.
El presidente López Obrador y su secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP) no ven lo que la calificadora Moody´s o de plano voltean a otro lado. Esta última insiste en la probabilidad de una recesión global en los próximos 12 meses, en donde nuestro país, no podrá evitar una contracción económica causada por una recesión en los Estados Unidos. En este escenario peligroso, México enfrentaría una prolongada inflación y una recesión con duración de 3 trimestres.
Lo que resulta desconcertante es que los mexicanos vivamos frente a dos realidades, mientras que el gobierno tiene un mensaje económico tranquilizador pese a la recesión, el entorno mundial y las principales proyecciones de institucionales nacionales e internacionales son desalentadoras.
El PIB de México cayó un 0.1% en el ultimo trimestre del año, esto indica que la recuperación tras la crisis por la pandemia se ha estancado. Sin embargo, López Obrador ha descartado que el país haya caído en una recesión y ha afirmado que espera tener un 2% de crecimiento anual en promedio durante el sexenio.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reveló que México creció un 5% el año pasado, insuficiente para recuperar el desplome del 8.2% de 2020. Sin embargo, el presidente nuevamente afirmó que no se puede aplicar el término recesión.
Una cosa es que, como cualquier mexicano, el presidente quiera que nos vaya bien y sea optimista, pero la realidad es otra. Sus pronósticos contradicen todas las predicciones de expertos. Para 2022, la propia SHCP estima un crecimiento del 4.1% y el Banco de México, uno del 3.2%. El Fondo Monetario Internacional, recortó recientemente la proyección de un 4% a un 2.8%.
No se logrará el crecimiento planteado por el actual gobierno si la inversión no aumenta mucho y rápidamente, escenario poco probable a corto plazo. Lo que si aumentó fue la pobreza en 3.8 millones de personas de 2018 a 2020, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
De nada sirve querer tapar el sol con un dedo y perdernos en discursos optimistas, acabaremos tarde que temprano enfrentándonos a una realidad que será dura y dolorosa para todos los mexicanos. Al tiempo.
POR EDUARDO MACÍAS GARRIDO
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