MIRANDO AL OTRO LADO

FCN: tres propuestas ciudadanas

El Frente Cívico Nacional (FCN), fundado ayer 2 de julio, plantea tres propuestas para la oposición en México

OPINIÓN

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Ricardo Pascoe Pierce / Mirando al Otro Lado / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El Frente Cívico Nacional (FCN), fundado ayer 2 de julio, plantea tres propuestas para la oposición en México. La fundación de ésta nueva agrupación ciudadana responde a una lógica específica. Es una organización que reúne a liderazgos políticos de larga data que están aportando sus conocimientos y experiencias en unión con la ciudadanía que recién ingresa al campo de la lucha por un México democrático con el propósito de lograr la reconstrucción nacional sin dogmatismos, al mismo tiempo que busca desterrar la polarización del discurso nacional.

En esa ruta, el FCN propone tres propuestas para que sean tomadas en consideración a la hora de encarar las elecciones presidenciales y del Congreso en el año 2024. El objetivo expreso de las tres propuestas es crear las condiciones para que se de un acuerdo de unidad de toda la oposición que rechaza el modelo de gobernanza de Morena.

La primera propuesta que hace el FCN a la oposición, tanto partidista como ciudadana, es que debe aglutinarse alrededor de una candidatura presidencial única en el 2024, para poder disputar con éxito en esa contienda. Igualmente, la oposición debe construir una plataforma de candidaturas comunes en el caso de diputaciones federales y de senadurías. La experiencia indica que cuando la oposición apoya una candidatura única, eleva dramáticamente sus posibilidades de victoria. Por supuesto que en política nada es seguro, pero la competitividad viene de la suma de esfuerzos de una diversidad de sectores de la sociedad.

Es cierto que en muchas ocasiones del pasado las uniones logradas no necesariamente obtuvieron un resultado satisfactorio. Un ejemplo reciente lo fueron las candidaturas de Ricardo Anaya a la presidencia y Alejandra Barrales a la jefatura de gobierno, en 2018.

Aparte de la dinámica propia que construyó AMLO en ese proceso, y el sabotaje de Peña Nieto a la candidatura de Anaya, también es cierto que ninguno de los dos candidatos-Anaya y Barrales-fueron capaces de conceptualizar el significado histórico de lo que hubiera significado un gobierno encabezado por ellos. En realidad, ambos veían la unión como una simple sumatoria de sus supuestos votos, sin otorgarle al acuerdo de coalición mayor peso o importancia.

Un gobierno PAN-PRD-MC, de haber ganado, habría tenido una significación histórica de largo aliento y alcance. Presumiblemente habría significado la conformación de un gabinete de centro-derecha y centro-izquierda con un componente socialdemócrata, lo cual habría representado una ruptura total con las tradiciones de gobernanza en México.

Pero ninguno de los dos candidatos principales de esa coalición tuvieron la capacidad intelectual ni teórica para darle el giro explicativo que se requería para hacer del acuerdo algo no solo importante, sino históricamente significativo.

Hoy la justificación para concretar un acuerdo unitario es de tal importancia, que va mucho más allá de la actual conformación de Va Por México, integrado por PAN, PRI y PRD. Es necesario crear un nuevo espacio, como un Pacto Amplio por la Democracia y la Libertad, para incorporar a Movimiento Ciudadano y las agrupaciones ciudadanas representativas y que aseguren una movilización de ciudadanía hacia las urnas, como el FCN, Sí Por México, Sociedad Civil, México Unido, además de feministas, académicos, sindicalistas, campesinos, pueblos originarios, LGBTII+, entre otros.

En conclusión, la propuesta de las candidaturas únicas no es simplemente una suma aritmética, sino que pretende ser una declaración sobre el modelo de gobernanza para el país, basado en la pluralidad y la tolerancia a los distintos puntos de vista, como en cualquier empresa humana.

La segunda propuesta del FCN se refiere al método de selección de las candidaturas unitarias. Específicamente en el caso de la candidatura presidencial el FCN propone un método de primarias abiertas para seleccionar al candidato único de la oposición. Se definirán las precandidaturas en función de parámetros que habrán de definirse por los partidos y organizaciones ciudadanas. Se incluirán rondas de debates y presentaciones tipo “town-halls” para que expongan sus propuestas y para que debatan entre ellos. Finalmente, se propone que sea el INE el que conduzca y lleve a cabo la elección, de común acuerdo con precandidatos, partidos y organizaciones ciudadanas.

El método de las primarias democráticas se pretende que se desarrolle, además, en franco contraste con el método morenista del dedazo disfrazado con encuestas. La historia de las “encuestas” de Morena es harto conocida: nunca se conoce ni qué empresas levantaron las encuestas, ni cuáles fueron sus metodologías y mucho menos los resultados exactos de las mediciones. Cada método de selección de sus candidaturas presidenciales hablará de la calidad y compromiso de cada propuesta de gobierno con la democracia, la transparencia y el respeto a la libertad. Morena va por el camino del dedazo, la oposición por el de la libertad y el respeto al adversario.

La tercera propuesta, y que servirá como elemento de cohesión entre fuerzas, será la creación de un gabinete de coalición. Junto con la integración equilibrada de un gobierno con mujeres y hombres, habrá que acordar la incorporación asegurada de las fuerzas representativas en función de la votación que hayan recibido.

Para que esa conjunción de fuerzas sea más que una simple suma aritmética, es necesario volver a la campaña y a su propuesta de gobierno. Ese programa de gobierno deberá servir de amalgama que consolide la capacidad de trabajar en la misma dirección, independientemente de la existencia de una diversidad de visiones y opiniones.

Aprendamos de las experiencias latinoamericanas. Si la Concertación chilena derrotó a Pinochet en las urnas, integrada por derecha, centro e izquierda, y pudo gobernar aquel país durante seis períodos de gobierno con éxito, es perfectamente factible imaginar que las fuerzas de la oposición mexicana conformando un gobierno de coalición le den estabilidad, rumbo y democracia a México.

El Frente Cívico Nacional señala el camino a seguir. Solo falta sumar a mujeres y hombres de convicción y determinación para caminar por esa ruta a la conquista de la paz, la democracia y la libertad.

POR RICARDO PASCOE

ricardopascoe@gmail.com

@rpascoep

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