DESDE AFUERA

Un conflicto inconcluso

Si hace siglo y medio el problema estaba en la integración racial, hoy está en temas de igualdad de derechos raciales y sexuales

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La Guerra Civil estadounidense terminó hace 167 años con una victoria militar de las fuerzas federales, pero el conflicto político y cultural prosigue hasta hoy, cuando los descendientes de los separatistas parecen en ascenso.

Si hace siglo y medio el problema estaba en la integración racial, hoy está en temas de igualdad de derechos raciales y sexuales.

De creer a los apologistas de la Confederación, el movimiento que llevó a Estados Unidos a la Guerra de Secesión de 1861-65, el conflicto fue determinado por el derecho de los estados a tomar sus propias decisiones frente a un gobierno federal que excedió –y excede– los poderes que le otorga la Constitución estadounidense.

Claro que esos derechos estatales incluían, entre otros, el de mantener una economía basada en la esclavitud. Pero eso es "pecata minuta" para los modernos nostálgicos de lo que llaman "la Causa Perdida" y no aspiran ciertamente a revivir "Lo que El Viento se Llevó”, pero sí un orden social y político profundamente conservador, religioso, xenofóbico y racista.

La Confederación estuvo formada por 13 estados, que aún hoy forman el núcleo de lo que se define como el "sur profundo", un bloque dominado por un establecimiento socio-económico identificable con la derecha: Alabama, Arkansas, Carolina del Sur, Carolina del Norte, Florida, Georgia, Kentucky, Louisiana, Mississippi, Missouri, Tennessee, Texas y Virginia.

Así, no es de extrañar que sean el núcleo de resistencia a políticas liberales como el derecho al aborto y la reforma migratoria.

Como bloque político-electoral son y han sido de enorme importancia, tanto que el demócrata Andrew Johnson, el sucesor del asesinado republicano Abraham Lincoln, literalmente cambió la victoria en la "Guerra Civil" por su intento de reelección y corregir medidas "extremistas" como el derecho de voto para los negros. 

Las políticas de Johnson aseguraron que los esfuerzos de integración racial se retrasaran por lo menos 100 años.

Culturalmente, la idea de "la causa perdida" y los "Caballeros sureños" domina en buena medida la literatura y artes populares: de la película "El Nacimiento de una Nación" en 1915, a la serie de televisión "Los Duques de Hazard" en los sesentas o los actuales programas radiales de teléfono abierto dominados por personalidades de derecha.

No deja de ser irónico que los demócratas fueron por décadas el bloque dominante en el sur, hasta que su alianza con los líderes negros y progresistas llevaron a que Richard Nixon, presidente de 1969 a 1974, planteara la "estrategia sureña" y cambiara la lealtad del bloque y la tendencia del Partido Republicano.

Cierto, nadie espera regresar a la esclavitud. Pero sí hacen todo lo posible por "mantener en su lugar" a las minorías, mediante el control de mecanismos de poder y procedimientos políticos que limiten su participación.

Pero ahí están los orígenes de la actual división política en Estados Unidos.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1

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