En 1930, Diego Rivera encargó al joven arquitecto Juan O’Gorman una casa-estudio para él y otra para su esposa, Frida Kahlo; lo que resultó de este trabajo fueron dos casas que ocuparían un lugar importante en la historia de la arquitectura en México y a finales de la década de los noventa se declararán Patrimonio Artístico de la Nación.
Hoy, algunos elementos de las icónicas fachadas de estos inmuebles, distinguidos por sus características modernas, colores y vegetación, dan la bienvenida al público a Mexican Geniuses, exposición inmersiva que se presenta en la capital del Reino Unido.
La experiencia inicia con dos espacios introductorios totalmente diferenciados entre sí, los cuales revelan cada una de las personalidades de estas grandes figuras del arte mexicano del siglo XX, a través de recursos sonoros, algunas reproducciones de sus pinturas, objetos asociados con los gustos de cada uno y otros que refuerzan ciertos aspectos de su personalidad o acontecimientos destacados en su vida; tales como judas de cartón, reproducciones de piezas de arte prehispánico que Rivera coleccionaba, un corsé, un caballete, entre otros.
La mesa herida es la obra de mayor formato pintado por Frida Kahlo y una de las más inusuales en su producción, cuyo paradero, desde hace más de 60 años, se desconoce. Dicha pintura es recreada en esta exposición mediante un photo opportunity donde el público puede formar parte de la composición que la artista elaboró, en la que Frida convive con un esqueleto de papel maché y un judas, dos niños y un ciervo, detrás de una mesa colocada frente a un telón.
El Museum of Modern Art de San Francisco posee en su colección una de las obras más significativas en la producción de Kahlo. Se trata de la pintura titulada Frieda y Diego Rivera, que fue elaborada por la artista durante su estadía con su esposo en San Francisco. En la obra, Frida se pintó a sí misma junto con su nuevo esposo, Diego Rivera, y en la banderola que sostiene la paloma con el pico, ubicada encima de la pareja, dice: “Aquí nos veis, a mí, Frida Kahlo, junto con mi amado esposo Diego Rivera”. Dicha obra, impresa en una tela roja, sirve como telón para dar acceso a la galería principal de Mexican Geniuses.
En la galería principal, el espectador se enfrenta con la historia visual de estos dos genios proyectada en 360º. A lo largo de 40 minutos, con un total de 20 escenas y más de 300 imágenes, se cuenta la maestría de estos grandes embajadores culturales de México en el mundo. Lugares, trazos, formas, colores, llevan al espectador por un viaje emocional y estético por los sucesos más emblemáticos de ambos artistas. El recorrido visual está acompañado por música instrumental y algunos fragmentos de canciones típicas de México, con algunos efectos sonoros que provocan que esta experiencia toque mucho más las fibras del espectador.
Cuando la proyección finaliza el público ingresa a la última sala en la que se encuentra con la reproducción del mural más entrañable de Diego Rivera: Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, donde puede tomarse fotografías con algunos personajes de esta obra y en otra parte de este espacio, es posible que coloree el mural. Finalmente, el recorrido termina en una sala donde el espectador tiene una experiencia de realidad virtual mediante el uso de VR que cuenta una historia particular de Frida y de Diego.
POR BERNARDO NOVAL
CEO MUST WANTED GROUP
@BERNIENOVAL Y @MUSTWANTEDG
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