COLUMNA INVITADA

Que hacer de aquí al 2024

Ahora, menos que nunca, hemos de perder la confianza en que el país puede enderezar el rumbo, se aproxima el final del sexenio

OPINIÓN

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Paz Fernández Cueto / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

A más de la mitad del sexenio, ante el resultado de las elecciones del domingo pasado y el despliegue operativo de un gobierno descaradamente al servicio de su partido, ¿Que hacer de aquí al 2024? Buena parte de la sociedad experimentó desilusión e impotencia, considerando los pobres resultados de los primeros cuatro años de este gobierno, en los que el deterioro social y económico están a la vista y por contraste, el respaldo de un populismo apabullante.  

Ahora, menos que nunca, hemos de perder la confianza en que el país puede enderezar el rumbo, se aproxima el final del sexenio. Cuando el dinero a repartir ya no le alcance al gobierno, cuando la inflación haga estragos en el bolsillo de la gente, la realidad tendrá que imponerse. La oposición debe estar preparada para capitalizar el desgaste inminente del gobierno y los deseos insatisfechos por incumplimiento de las promesas. Ante este panorama que se avecina:

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1.- Urge replantear la Alianza contando con la generosidad de partidos y candidatos de oposición, teniendo como prioridad el bien de México, y dejando a un lado la conveniencia de sus partidos. La pasada elección fue un buen intento, un ejercicio que fructificó solamente en los estados de Aguascalientes y Durango. Para el 2024 tendrá que unirse la oposición en bloque en un esfuerzo inédito, tal vez heroico, capaz de elegir al mejor candidato a la presidencia de la república, no al de mayor popularidad, sino al que, con una visión realista, - no idealista, - del país, se comprometa a elevar la calidad de vida de la gente no a base de repartir el dinero, sino en dar oportunidades de educación, atención a la salud y trabajo. Mientras tanto, la oposición ha de intensificar el trabajo territorial para lograr más acercamiento con la gente.

 2.- Urge contar con la solidaridad del empresariado mexicano que, salvo contadas excepciones, se ha visto amedrentado ante la imposición de un gobierno de corte totalitario que amenaza sus intereses.  Los virajes que ha dado el rumbo del país han sido tan inesperados, y tan bruscos, que han minado su capacidad de respuesta reprimiendo el enojo, el reclamo o la franca oposición que era de esperarse. Los ciudadanos queremos escuchar más fuerte su voz, se requiere valentía, es tiempo de arriesgar más si no quieren perderlo todo.  Pero hay una segunda lección que nos dejan estos dos años de régimen populista; la pobreza extrema de millones de mexicanos, la falta de oportunidades, el abandono en que se encuentran tantas comunidades alejadas del país, no es culpa exclusiva del gobierno, es culpa de todos. La ambición desmedida, la insensibilidad ante las necesidades extremas y la falta de solidaridad con quienes menos tienen, carga con buena parte de la injusticia social que a todos nos avergüenza.

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3.- De aquí al 2024 la sociedad se juega un papel importante. No en balde el gobierno ha cuestionado a las organizaciones sociales compuestas por ciudadanos libres quienes, finalmente ostentan el poder. A los gobiernos totalitarios les estorba el contrapeso de una sociedad pensante que los cuestione, de una sociedad pujante que los limite. Como también les estorba la presencia de intelectuales y artistas que difícilmente se dejan doblegar por ideologías a cambio de promesas. La presión de la opinión pública es decisiva, como lo fue el mensaje que la ciudadanía lanzó a los legisladores cuando votaron contra de la Reforma Energética, pese la imposición brutal que sufrieron de parte del gobierno. No todo se ha perdido, México es mucho México, es tiempo de esperanza, tiempo de recuperar la confianza, solo hay que creérnoslo. Cómo ciudadanos de a pie, ¿que nos corresponde hacer de aquí al 2024? Organizarnos con los vecinos, amigos, padres de familia, compañeros de trabajo, colegas o conocidos. Y, entre todos, fomentar la responsabilidad de ir a votar, luchar contra el abstencionismo hasta llegar a abatirlo, esto puede hacer la diferencia. Inscribirse ante el INE como observadores ciudadanos, capacitarse y estar al frente, ser protagonistas el día de la elección. El 2024 no tarda en llegar, estemos preparados.

POR PAZ FERNÁNDEZ CUETO

PAZ@FERNANDEZCUETO.COM

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