COLUMNA INVITADA

Ocurrencia educativa de la 4T

Esta vez, la ocurrencia de la 4T, no necesitará de los diputados para su aprobación, como fue en el caso de la Reforma Energética que la oposición logró frenar en el Congreso

OPINIÓN

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Paz Fernández Cueto / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Tal parece que, ante el fracaso de la Reforma Eléctrica en el Congreso, reforma que amenazaba la producción de energías limpias en la generación de la luz, la 4T se lanza contra la educación, instrumento privilegiado para generar luz en la inteligencia, imponiendo, a través de la SEP, el proyecto de Planes y Programas Educativos (PPE), para implementarlo en la Educación Básica.

El día de ayer un grupo de intelectuales, maestros, pedagogos, estudiosos y especialistas en educación, a través de un desplegado publicado en Reforma titulado, “En defensa de la Educación”, protestan seriamente contra este proyecto, por considerar que “atropella principios constitucionales básicos…, atenta contra la unidad de la nación…, y contradice el criterio que establece que la educación se basa en los avances del desarrollo científico, para luchar contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios”.

Esta vez, la ocurrencia de la 4T, no necesitará de los diputados para su aprobación, como fue en el caso de la Reforma Energética que la oposición logró frenar en el Congreso. Como si la educación no fuera un tema estratégico para el país y, atentar contra ella, de consecuencias más graves que todos los desaciertos que ha tenido este gobierno, incluida la cancelación del aeropuerto. Para imponer este proyecto y los cambios que propone la SEP, basta con establecer Acuerdos Secretariales y, si requirieran reformar la Ley General de Educación, contarían con los votos necesarios para poder hacerlo.

La propuesta de Delfina, titular de la SEP, no es una propuesta curricular convencional como la del 2007, o como fue la Reforma Educativa del 2011 que, después de largas negociaciones y difíciles consensos negociados con maestros y representantes del sindicato, se logró aprobar la Evaluación Educativa, privilegiando la excelencia en la educación por un lado y, por el otro, la capacidad y profesionalismo de los maestros. Todos estos esfuerzos fueron tirados por la borda a la llegada de la 4T.

Sin un diagnóstico claro ni antecedentes que lo avalen, sin considerar el rezago y el enorme déficit educativo que dejó la Pandemia, sin tener en cuenta la problemática de los maestros, los horarios laborales de los padres y la situación de la vida familiar de los alumnos, la SEP propone un reordenamiento completo de la educación básica. Argumentando el carácter neoliberal que guarda actualmente la educación al servicio de una élite, propone un modelo al servicio de la comunidad enfocado en los grupos sociales oprimidos. De todo esto se deduce que el proceso educativo de enseñanza – aprendizaje, tendrá como centro no la escuela ni el alumno, sino la comunidad; y que el conocimiento científico sea de matemáticas, historia o biología, será supeditado a las creencias, valores, tradiciones o costumbres de cada grupo social, sin haber claridad de lo que esto signifique.

No es la primera vez que la educación en México se convierte en blanco de atentados. Su historia es trágica por la utilización que han hecho de ella los gobiernos pasados, imponiendo, por ejemplo, el texto único, sin respeto a la libertad de enseñanza. La fuerza social que genera abrir las mentes al conocimiento de la verdad, el potencial de una educación capaz de traducirse en desarrollo, la enseñanza que fomenta el auténtico progreso, incomoda sobremanera a los gobiernos totalitarios que la utilizan como medio de control político, es un estorba para manipular al pueblo a su antojo, la ignorancia es la mejor aliada del populismo.

Esta vez la 4T a través de la SEP, lanza reformas con la premura de quienes tiene prisa. Quedan solo dos años para imponer ideologías a cambio de conocimientos, ocurrencias a cambio de experiencias, adoctrinamiento a cambio de conocimiento.

POR PAZ FERNÁNDEZ CUETO

PAZ@FERNANDEZCUETO.COM

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