DESDE AFUERA

2022, una agenda llena de problemas

En el momento actual, la situación entre EEUU y México se puede describir como una en la que los temas ambientales tienen un papel importante

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Las relaciones entre México y Estados Unidos son siempre complicadas y perennemente llenas de conflictos sobre temas de fondo, que regularmente crean tensiones y desacuerdos temporales.

2022 parece uno de esos momentos en que todo problemas permanentes y temporales confluyen para poner a prueba la solidez de la relación y la capacidad de los respectivos gobernantes.

En el momento actual, la situación se puede describir como una en la que los temas ambientales tienen un papel importante: por un lado, en lo temporal se encuentra el evidente forcejeo en torno a la ley de reforma eléctrica propuesta por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador que, según la queja estadounidense llevará a un mayor uso de combustibles fósiles, en detrimento del medio ambiente, y de paso discrimina la inversión estadounidense.

Pero está también que los dos países se encuentran en cuencas hidrológicas compartidas, en medio de un periodo de sequía, y que la cooperación y la comunicación resultan indispensables.

Ciertamente, el tema de seguridad es uno de los más escandalosos. Por un lado, incluye migración, en concreto la llegada de presuntos migrantes indocumentados a la frontera de México y Estados Unidos, muchos de ellos con demandas de asilo, en un torrente que durante los últimos 15 meses sumó 1.7 millones de expulsiones. La mitad o más de los expulsados –y de los que logran entrar– son mexicanos y centroamericanos en busca de oportunidad económica.

Se da la cooperación en cuestiones que van del combate al narcotráfico –con sus acompañantes de trasiego de armas, violencia y entrada de productos químicos– a preocupaciones sobre el presunto espionaje ruso basado en México. EEUU quiere que nuestro país haga más en todos los sentidos y los mexicanos se quejan de la intromisión estadounidense.

Así, las recientes críticas del gobierno estadounidense a la incapacidad de las autoridades mexicanas para proteger a los periodistas chocan con las críticas mexicanas al apoyo de EEUU a las organizaciones no gubernamentales, que investigan la corrupción y abusos contra derechos humanos y civiles en México han recrudecido críticas y expresiones de rechazo.

Se agregan cuestiones derivadas de la pandemia de COVID-19 y la impresión de que el gobierno mexicano exaltó la llegada de vacunas rusas por encima de las obtenidas de EEUU o Europa. Quedan, de paso, temas comerciales y de inversión que nunca están lejos del debate, incluso acusaciones y análisis del Congreso estadounidense sobre incumplimiento de compromisos adquiridos, sea en términos de inversiones o de falta de protecciones laborales en México.

Y al último, pero no al final, temas en los que México parece renuente a respaldar a Estados Unidos, como la tibia condena a la invasión rusa de Ucrania o la resistencia a confrontar a los gobiernos de Cuba, Nicaragua o Venezuela, considerados como represores.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@CARRENOJOSE1

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