COLUMNA INVITADA

La economía circular, una solución sostenible con los pies en la Madre Tierra

El pasado viernes 22 de abril, coronamos la conmemoración de la Semana del Suelo con el Día Mundial de la Madre Tierra, una fecha clave para tener presente esta reflexión: la naturaleza no nos necesita para existir, pero nosotros sí la necesitamos para vivir

OPINIÓN

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Raúl Bolaños Cacho / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Con una velocidad realmente preocupante atestiguamos el deterioro de los ecosistemas y la pérdida de la biodiversidad a causa de la contaminación, el aumento de la temperatura global, el efecto de los gases invernadero y la deficiente gestión de residuos. Estos temas son alarmantes para la vida cotidiana de la nación y deben mantenerse de manera permanentemente en la agenda de la política nacional, porque es urgente plantear soluciones en el presente y para el largo plazo, con el fin de avanzar en la lucha contra el cambio climático, la protección al medio ambiente y la recuperación de un planeta sostenible.

El pasado viernes 22 de abril, coronamos la conmemoración de la Semana del Suelo con el Día Mundial de la Madre Tierra, una fecha clave para tener presente esta reflexión: la naturaleza no nos necesita para existir, pero nosotros sí la necesitamos para vivir.

En este sentido, debemos avanzar con paso firme para recuperar lo que la actividad humana le ha arrebatado al equilibrio de la tierra. El objetivo que debemos alcanzar es la sostenibilidad y por ello resulta fundamental legislar en ejes tan importantes como la gestión de residuos y la economía circular.

La Ley General de Economía Circular, recientemente aprobada en el Senado de la República, es el parteaguas que reforma el paradigma lineal en la producción de bienes y gestión de residuos e incorpora la visión circular, un modelo copiado de la propia naturaleza. 

La economía circular plantea un modelo económico y productivo sostenible, con ahorro de recursos y fuentes de energía. Bajo este modelo, los bienes se producen, se consumen, se reciclan, se producen nuevamente a partir del reciclaje y se vuelven a consumir. Es un proceso cíclico de producción y de vida útil de cada producto. 

De esta manera, el valor de productos, materiales y recursos se mantienen vigentes dentro del ciclo económico durante el mayor tiempo posible, se reduce al mínimo la generación de residuos, de gases efecto invernadero y disminuye el consumo de materias primas vírgenes a través de la reutilización, el reciclaje y el rediseño. Además, garantiza que los residuos que no puedan valorizarse o integrarse al ciclo productivo sean dispuestos sin deteriorar el medio ambiente. 

De la naturaleza venimos, de la madre tierra obtenemos casa, vestido y sustento, y hoy la tierra nos llama con urgencia para asistirla. Es deber de cada uno, desde nuestro espacio personal, laboral y comunitario, sumarnos a las acciones que, con los pies en la tierra y la altura de miras en el planeta, nos garantizan la salud del medio ambiente y de nuestras familias, por muchas generaciones.

POR RAÚL BOLAÑOS-CACHO CUÉ

COLABORADOR

@RAULBCCUE

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