CONSIGNA FEMINISTA

Si mañana me toca a mí, quiero ser la última

Las expresiones machistas que pretenden responsabilizar a las víctimas de la violencia y que aun muertas son estigmatizadas para que con connotaciones sexuales sean revictimizadas

OPINIÓN

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Ivonne Bustos Paredes

Son las 5:30 de la tarde del viernes 22 de abril, apenas unas horas después de haber descubierto el cuerpo de Debanhi en una cisterna del patio trasero de un motel de la carretera Monterrey- Nuevo Laredo. Lástima la noticia, lastiman las circunstancias, pero lo que mata sin piedad son las declaraciones deshumanizadas y machistas de la fiscalía y del responsable de la Seguridad del Estado de Nuevo León quien refiere una “falla humana masiva” que hace inevitable recordar la verdad histórica de Ayotzinapa. La cara devastada de la madre, la impotencia y reclamos del padre llenos de una profunda culpa por haber creído en las autoridades. La sociedad entera se conmueve y así da inicio la marcha, con familias enteras, con algunos hombres, con mujeres adultas, mujeres maduras y con jóvenes feministas, por primera vez en día hábil obstruyendo el paso de los vehículos en las principales arterias de la ciudad, gritando consignas hacia el edificio de la Fiscalía que había afirmado que Debanhi se resbaló y cayó a la cisterna en su camino atravesando por el Motel de paso.

La indignación es incuestionable, la marcha sigue y a su paso, de los vehículos varados bajaban personas de sus autos para tomar video y demostrar su solidaridad al movimiento, la sociedad está conmocionada.

Las expresiones machistas que pretenden responsabilizar a las víctimas de la violencia y que aun muertas son estigmatizadas para que con connotaciones sexuales sean revictimizadas, culpabilizarlas a ellas de lo les pasó, lastimadas en su dignidad y en la de sus familias para así ocultar la incompetencia y graves omisiones de quienes procuran la justicia, lo vimos semanas antes con el caso de María Fernanda, lo volvemos a ver con Debanhi, ¡basta ya!

“Ella no se cayó, a ella la mataron”, “Fiscalía cómplice”, eran algunas de las consignas de la causa, las más jóvenes, más aguerridas, saben que la siguiente víctima puede ser una de ellas, porque en este país no se tiene seguridad de nada. Debanhi marchó el pasado 8 de marzo, marchó por la justicia a las víctimas, por la búsqueda de las desaparecidas, por la seguridad para las mujeres y esta vez le tocó a ella.

“Si mañana me toca a mí, quiero ser la última”, retumba la consigna, que más que una frase es el sentimiento de las adolescentes y las mujeres jóvenes que no pasan por alto que en la inusual búsqueda de Debanhi, con un despliegue que no es normal para las familias de desaparecidas, se encontraron 5 cadáveres de cinco mujeres, cinco de ellas menores de edad, Irlanda Marcela de 14 años, Brisa Anahí de 16 años, Ingrid Guadalupe de 15 años, Jennifer Nicool de 14 años y una mayor de edad, Irma Hernández de 19 años, ¿cuántos cuerpos más hay por ahí aventados?, ¿en dónde están las autoridades municipales?. 

Alerta Máxima de Género para resguardar la integridad física de nuestras niñas, adolescentes y en general de todas nuestras mujeres. 

Por Ivonne Bustos Paredes

Internacionalista, experta en temas ambientales y estudios de género

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