La humanidad enferma, la naturaleza sana

El mar ha comenzado a limpiarse, lagos, ríos y hasta el mismo canal de Venecia se han cristalizado, las especies marinas inmediatamente resurgen como el milagro de la vida misma

La epidemia mundial del Coronavirus, ha causado grandes afectaciones a la especie humana, por lo que el retiro de la vida pública ha sido obligatorio en la mayoría de los países afectados, y eso ha comenzado a impactar la vida del planeta. El cese de actividades industriales y cotidianas ha dado un respiro a la naturaleza, la especie humana sin duda es la más agresiva para el equilibrio ecológico, y el hecho de que esta se resguarde durante semanas, ha permitido que otras especies resurjan en sus hábitats naturales, los cuales fueron invadidos poco a poco por la humanidad y ahora se regeneran lugares naturales de manera asombrosa al no ser impactados por las personas. 

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Quizás nos de el tiempo necesario para que especies en peligro de extinción o incluso ya desaparecidas, renazcan y multipliquen su presencia en la tierra. El mar ha comenzado a limpiarse, lagos, ríos y hasta el mismo canal de Venecia se han cristalizado, las especies marinas inmediatamente resurgen como el milagro de la vida misma. La contaminación de las ciudades ha disminuido de manera drástica los niveles de dióxido de nitrógeno, lo que ha mejorado la calidad del aire de algunos de los lugares más contaminados del mundo.

El Centro de Vuelo Espacial Goddard, de la NASA, y la Agencia Espacial Europea, han reportado una baja de contaminantes, que se puede apreciar en las imágenes que captan desde el satélite hacia la tierra, en las que se revelan mejores condiciones de la atmósfera que rodea las ciudades, mismas que no se veían desde hace décadas.

Necesariamente esta parálisis humana está generando un inesperado beneficio para detener las emisiones de CO2 conocidas como gases de efecto invernadero, que originan el calentamiento global. Imágenes de muchas ciudades del mundo, compartidas en internet, captadas por usuarios desde los balcones de sus departamentos, reportan la presencia de especies como: ciervos, patos, jabalíes y pavorreales; pronto llegarán los zorros, osos, en fin, especies que de ninguna manera son comunes en las metrópolis del mundo.

La naturaleza suele tener sus episodios de auto regeneración, de sanación, para reestablecer su equilibrio, y así sobrevivir, este episodio sin duda lo habremos de observar también en nuestro país.

Conforme pasen las semanas y nos acerquemos al pico del contagio de la epidemia, calles vacías sin gente, sin autos y sin actividad industrial, así como parajes naturales desiertos, darán paso al renacimiento de lo natural, a la limpieza de nuestras muy contaminadas ciudades y será un respiro para la biodiversidad, el reto será aprovechar esta gran oportunidad que se nos presenta, para mantener, de una vez por todas, la sostenibilidad de nuestra casa, de nuestro impresionante planeta.

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POR IVONNE BUSTOS PAREDES

DIPUTADA LOCAL DE NUEVO LEO?N

@BUPI

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