La Asociación del Servicio Exterior Mexicano (ASEM) establecida en 1955, es el día de hoy la única representación gremial de los diplomáticos de carrera. Actualmente 1,069 mexicanas y mexicanos integran nuestro servicio exterior, entre los que poco más de 600 pertenece a la rama diplomática-consular y más de 400 a la rama técnica-administrativa.
Ser miembro de carrera significa obtener un lugar en el escalafón del SEM luego de aprobar un largo y complejo proceso de ingreso en concurso público convocado por la Secretaría de Relaciones Exteriores; significa ascender rango por rango en concursos en donde se evalúa su desempeño profesional mediante informes anuales, su permanente actualización académica y práctica, su capacidad de trabajo en equipo y los resultados que obtiene a partir de su nivel de responsabilidad. También supone una vida de expatriado, de constantes cambios, con retos para cada integrante y sus familias. Significa representar a México en las buenas y en las malas y muchas veces, hacerlo con recursos materiales limitados, pero con la pasión y compromiso como herramientas fundamentales.
La ASEM procura la mejora de las condiciones y la defensa de los derechos e intereses de sus miembros. Contamos con un servicio exterior profesional ampliamente reconocido, y creemos que mantener su óptimo desempeño pasa por mejorar sus relaciones laborales, sus condiciones de vida, la atención de la salud mental de sus integrantes y de sus familias, pasa por dotar de mayor certidumbre y planeación a los procesos de ascensos y de traslados -conforme a la Ley del SEM- pasa, sin lugar a dudas, por tener la oportunidad de expresarse públicamente como forma de vinculación con el país que representa.
Por ello, la oportunidad de dirigirnos a los lectores dos veces al mes desde esta columna, es la generosa posibilidad de dialogar con la sociedad para la que trabajamos y a la que representamos. En la ASEM sabemos de la capacidad de análisis y extraordinaria experiencia de nuestra membresía y queremos compartir su opinión sobre temas generales de la agenda internacional con el público. En nuestro trabajo, los diplomáticos escribimos cuartilla tras cuartilla de informes y análisis que contribuyen a la toma de decisiones, a las negociaciones, a la comprensión de una circunstancia. Pero esas aportaciones son anónimas y refrendadas por el titular de cada misión luego de su revisión y no están al alcance del gran público por su naturaleza reservada y la discreción diplomática. Ahora, gracias a El Heraldo, muchas plumas podrán compartir su opinión personal. Cada quince días colegas de diversos rangos y ramas compartirán aquí sus reflexiones sobre asuntos internacionales.
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