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El "Clásico" entre cibercriminales y el fútbol

Rastrear datos en tiempo real resulta extremadamente benéfico para actuar con mayor eficacia en próximos partidos. Y, si a estos datos agregamos los datos de los más de 4 millones de personas aficionadas del fútbol, ¿se imaginan la cantidad de datos? Un tesoro para cibercriminales

OPINIÓN

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Alexandra Moguel / Metabase Q / Opinión El Heraldo de México

El próximo domingo se juega uno de los partidos con mayor tradición de la liga de fútbol española, mejor conocido entre los medios y la afición como “El Clásico”. Este es el partido que enfrenta al Real Madrid Club de Fútbol y al Fútbol Club Barcelona. Para estos partidos se realiza una gran preparación tanto de los equipos, como de los clubes, los estadios y la administración, pero... ¿habrán considerado a la ciberseguridad dentro de su estrategia de preparación? Sí, también les pueden meter “cibergoles”.

Aunque a simple vista el fútbol soccer da la impresión de ser un juego sencillo en el que 22 personas persiguen un balón durante 90 minutos, la realidad es que es un deporte mucho más complicado que necesita de estrategias y tácticas bien pensadas. Y, al igual que otros sectores y deportes, el fútbol ha encontrado a una gran aliada en la tecnología, la cual le ha aportado grandes beneficios más allá del rendimiento físico de sus jugadores. Pero, no importa en qué o para qué utilizan los equipos la tecnología, al hacer uso de ella en automático se convierten en blanco de ciberataques.

En el fútbol, los datos ayudan a aumentar las probabilidades de ganar, ya sea para mejorar el rendimiento de jugadores o la estrategia del equipo. Para lograrlo, se recopilan y analizan datos de partidos y entrenamientos, provenientes de los sensores que utilizan jugadores por todo el cuerpo, los cuales saben su ubicación, distancia recorrida, actividad muscular, velocidad, entre muchas otras métricas.

Rastrear datos en tiempo real resulta extremadamente benéfico para actuar con mayor eficacia en próximos partidos. Y, si a estos datos agregamos los datos de los más de 4 millones de personas aficionadas del fútbol, ¿se imaginan la cantidad de datos? Un tesoro para cibercriminales.

Es sencillo: los datos son valiosos. Pero no sólo para el equipo que los ha recopilado. Esto significa que diferentes actores maliciosos verán a los equipos de fútbol como objetivos dignos de una brecha de datos o un ataque de ransomware. El fútbol atrae a ciberdelincuentes con motivación económica porque es un sector que mueve mucho dinero, ya sea a nivel interno o a nivel partidos (estadios, tiendas de ropa, etc).

En 2017, la tarifa de transferencia de Neymar del Barcelona al París Saint-Germain fue de poco más de 250 millones de dólares. El importe total de las tasas de transferencia en 2019 ascendió a 7,350 millones de dólares. Con este tipo de tarifas de traspaso tan elevadas, no es de sorprendernos que, en 2020, ciberatacantes comprometieran el correo electrónico de la Dirección General de un club de la Premier League para intentar exfiltrar una tarifa de traspaso de 1.3 millones de dólares mediante un ataque de tipo man-in-the-middle (MiTM).

Este ataque fue interceptado en el último minuto pero no significa que ciberatacantes no puedan meter gol, por lo que los equipos de fútbol deben considerar el partido de la ciberseguridad tan importante como el partido en el campo.

Los ciberataques son una preocupación creciente a nivel global, todo el mundo está en riesgo y cualquier persona puede ser víctima de estos ataques. La única manera de evitar convertirnos en víctimas es informándonos de las ciberamenazas y las medidas de ciberhigiene necesarias. Uno de los pilares de empresas como Metabase Q, es justamente ese, crear una comunidad informada y consiente del cibermundo y las amenazas que lo rodean.

POR ALEXANDRA MOGUEL
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