Desde Afuera

¿Ucrania comienza la segunda guerra fría?

Los adversarios parecen los mismos que en la primera: Estados Unidos y Europa de un lado, Rusia en principio, y la República Popular China del otro

¿Ucrania comienza la segunda guerra fría?
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Para algunos analistas, el 22 de febrero puede ser considerado como el inicio de la ya largamente anunciada segunda "Guerra Fría".

Los adversarios parecen los mismos que en la primera: Estados Unidos y Europa de un lado, Rusia en principio, y la República Popular China del otro. Pero las cosas no son tan claras: Putin parece abogar por "acción directa", por lo menos en su periferia, y Beijing se plantea como defensora de la diplomacia. Mientras, la OTAN es más grande, pero menos unida. De entrada, esta vez no se trata de una lucha entre ideologías, sólo juegos de poder geopolítico y económico.

La decisión del presidente Putin de reconocer formalmente a las "repúblicas populares" de Donetsk y Luhansk creadas por movimientos de rusos étnicos en el este de Ucrania y enviar "fuerzas de paz" para garantizar la seguridad, marca lo que para varios especialistas fue cualquier cosa menos una medida tomada al azar.

La intervención se dio, luego de meses de preparación que incluyeron la previsión de sanciones económicas por parte de Occidente: de acuerdo con al menos una fuente, Putin amasó reservas internacionales hasta por 600 mil millones de dólares para resistir ese tipo de presiones.

Igualmente, ya hace por lo menos un año que prepara el terreno para sus reclamos sobre Kiev: por un lado, el apoyo a los movimientos separatistas en Donetsk y Luhansk, virtualmente separados desde 2014, hicieron de la operación militar rusa un simbolismo; por otro, fueron la reiteración práctica y retórica de que para el Kremlin Ucrania no es una nación independiente, sino una parte integral de Rusia.

En tanto, la OTAN refuerza sus posiciones en los países de la alianza fronterizos con Rusia o Bielorrusia, establece sanciones económicas contra funcionarios, bancos o asociados rusos. Pero Kiev no es parte de esa organización, aunque esté en el ojo del huracán. Es, en cambio, un símbolo de lo que viene.

Así, es difícil considerar la posibilidad de que EU y sus aliados de la OTAN, por un lado, y Rusia, por el otro, vuelvan simplemente a sus esquinas, como ya se vio en la más reciente sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, donde difícilmente se producirán otras cosas que discusiones y vetos en defensa de las respectivas posiciones geopolíticas.

De hecho, pueden esperarse medidas que pueden ir de las modalidades nuevas, como los ataques cibernéticos, al uso de terceros países en un gigantesco juego de ajedrez: del lado ruso, hubo la visita de Yuri Borísov, viceprimer ministro adjunto de Rusia, a sus aliados latinoamericanos –Venezuela, Nicaragua y Cuba–, para discutir cooperación bilateral, especialmente en el sector de defensa.

En 1962, Cuba fue parte de ese juego, durante la primera Guerra Fría: los soviéticos retiraron sus proyectiles dirigidos de la isla a cambio del retiro de cohetes intermedios estadounidenses de Turquía.

Pero, ni el mundo, ni los grupos enfrentados, son los mismos que hace 30 años.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@CARRENOJOSE1

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