EL FONDO DEL MEOLLO

El gran fracaso en Qatar 2022

Más allá de lo escandaloso que fueron las eliminaciones de la fase de grupos de selecciones

OPINIÓN

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Gerardo Velázquez de León / El fondo del meollo / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Más allá de lo escandaloso que fueron las eliminaciones de la fase de grupos de selecciones como Alemania, Bélgica, México y Uruguay, el fracaso de esta Copa del Mundo es España.

Y ha sido la gran decepción por todo lo que se generó en expectativas alrededor del trabajo de Luis Enrique, que se fue a la basura por el propio director técnico, quien fue terco en no llevar a gente de experiencia que pudiera darle el toque de liderazgo, que le ha hecho falta ante una selección de Marruecos, a la que no se puede calificar de sorpresa, sino como un equipo bien trabajado a partir de la calidad y personalidad de sus jugadores como Bono, Hakimi y Ziyech.

Esa soberbia con la que se ha manejado Luis Enrique en los últimos meses, con sus constantes enfrentamientos con la prensa, el streaming como parte de su día a día, y con ese complejo de superioridad que no apareció cuando más se le necesitaba. El seleccionador ha sido un buen entrenador para estos jóvenes españoles, un mentor en los entrenamientos, un motivador desde las redes sociales, pero no fue el técnico que España necesitó en el momento más difícil que tuvo en la Copa del Mundo. 

Porque era en esos instantes en que se cerraba la portería marroquí para los españoles, ese momento en el que no había espacios y el tiempo también ya era enemigo, que los de la Furia Roja necesitaban del director técnico, que nunca apareció. 
Insisto que en su rol de entrenador, de aquel hombre que prepara los juegos y que, en el trabajo del día a día, siempre se ha mostrado fuerte y cercano a los jugadores. Ahí no puede existir ningún tipo de duda ni de cuestionamiento; sin embargo, en los momentos de apremio, como en el último partido de fase de grupos, ante Japón, y en los octavos de final, frente a los marroquís, no fue el seleccionador que necesitaba España.

No supo cómo arreglar lo que pasaba en la cancha, no logró corregir sobre la marcha,  y no supo dirigir, que, al final, es lo más importante.

Y no solamente eso, sino que, además, al momento de los penaltis, fue un adorno más en la banca ibérica. Transmitió muy poco, no dio confianza y esa manera en que se esfumó el Luis Enrique echado para adelante, agresivo y contestón, se reflejó en la manera en que sus jugadores cobraron los disparos.

Terrible, en verdad terrible lo que se vio de España, que con esto se ha convertido en el gran fracaso de la Copa del Mundo, después de ser semifinalista en Eurocopa y de inflar la calidad de sus “jóvenes maravillosos”, al final se fue con la cola entre las patas, fallando, y todo, porque no tuvo director técnico.

POR GERARDO VELÁZQUEZ DE LEÓN
COLABORADOR
@gvlo2008

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