La sombra de la ruptura se proyecta sobre el priísmo mexiquense. El destape de Alejandra del Moral Vela parecía haberse dado en las mejores condiciones y, sin embargo, una inconformidad no subsanada está en vías de trasladar activos a Morena.
El destape, inusual para los usos y costumbres priístas, fue leído así por la designación de Del Moral Vela al frente del Comité para la Defensa del Estado de México, el jueves 20. De entre los aspirantes, convocados horas antes a la Casa de Gobierno en Toluca, solo faltó a la conferencia de prensa del PRI, la diputada Ana Lilia Herrera Anzaldo.
Cuatro días después de que el priísmo mexiquense destapara a Alejandra del Moral, finalmente, la diputada Herrera Anzaldo emitió un mensaje en el que de plano se declaró insumisa, afirmó que su movimiento sigue a pesar del piso disparejo y a contracorriente. Esto es, que no se baja de la contienda por la candidatura de su partido en esa entidad.
En sentido estricto, el PRI está a destiempo pues anticipó dos meses la designación formal, emulando el procedimiento de Morena para evitar los controles de la institucionalidad electoral. Por esa razón, una vez alcanzado los tiempos deberá emitir la convocatoria en la que definirá un método de selección para cumplir con la formalidad de un proceso interno, coyuntura que
con todo en contra, desafía desde ahora la legisladora rebelde.
Sin embargo, entre el destape y su mensaje del lunes, un encuentro se reputó en el World Trade Center de Naucalpan. El viernes 21, Herrera Anzaldo efectivamente estuvo ahí, aunque públicamente se dijo fue al informe de actividad de la diputada Cristina Ruiz, en realidad habría asistido a las oficinas, de acuerdo a testimonios recogidos por el autor, para participar de un encuentro con la Coordinadora del Comité de Defensa de la 4T, Delfina Gómez Álvarez, la virtual candidata de Morena.
La reunión habría girado sobre un acuerdo para endosar la estructura construida este año por Herrera Anzaldo, a través del exalcalde de Aculco, Arturo Osornio. Es la estructura que ella suele llamar “movimiento”. La maniobra tendría el soporte de operadores destacados en tareas electorales: los diputados Eduardo Zarzosa y Miguel Sámano, así como con el ex diputado Cruz Roa. Entiéndase con todas sus letras: el grupo del exgobernador Eruviel Ávila.
Siguió el mensaje del lunes 24 con el que Herrera Anzaldo rompió el silencio y que en sus partes medulares tuvo la advertencia: “Soy la cara visible de este movimiento que se nutre de diversas ideologías. Surge, crece y se fortalece de forma genuina y tiene claro que para vencer, primero hay que convencer”.
No sorprende del todo. Ya desde antes de 2018, el Grupo Texcoco, destacadamente Horacio Duarte, fue primer punto de contacto para la suma, hasta entonces inverosímil, de personalidades inconformes de otros partidos, como es el caso de Germán Martínez Cázares, o bien, de un estratega como Antonio Solá, que en 2018 fue consultor del lopezobradorismo a través del PT.
Precisamente, el encuentro del WTC Naucalpan, ocurrió durante la semana en la que sin ataduras, Horacio Duarte se sumó a la operación morenista mexiquense, advirtiendo abiertamente que iría por liderazgos priístas inconformes para sumar a la causa de Delfina Gómez.
Si alguien se ha expresado inconforme, en declaraciones y en silencios o ausencias, es Ana Lilia Herrera, ciertamente el rostro visible de la inconformidad en ciertos sectores priístas por el mal manejo y trato, entre otros, del dirigente estatal Eric Sevilla.
POR ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA
COLABORADOR HERALDO RADIO
@ARTURO_RDGZ
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