Columna invitada

La Guardia Nacional

Una de las banderas de su campaña en 2012 fue que el Ejército regresaría a los cuarteles en los primeros seis meses de gobierno. A punto de completar su cuarto año de gobierno, se da cuenta que su estrategia falló

La Guardia Nacional
Rubén Guajardo / Columna invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: Foto: Especial

Cruzar el río con la corriente en contra no era nada sencillo; en el 2019 se anunció con bombo y platillo el nacimiento de la Guardia Nacional, para sustituir a la Policía Federal, y en la reforma presentada por AMLO quedó establecido que: “las instituciones de seguridad pública, incluyendo la Guardia Nacional, serán de carácter civil, disciplinado y profesional”, con la facultad del Presidente de disponer de las Fuerzas Armadas para tareas de Seguridad hasta el 2024, esto de una forma “extraordinaria”.

Esto tenía una lógica, AMLO había criticado durante 12 años en su faceta de opositor, la participación del Ejército en la Seguridad Pública, tanto así que, una de las banderas de su campaña en el 2012 fue que el Ejército regresaría a los cuarteles en los primeros 6 meses de gobierno.

A punto de completar su cuarto año de gobierno, se da cuenta que su estrategia falló, los números no son nada favorables, en homicidios dolosos FCH tuvo aproximadamente 120 mil, EPN 156 mil, y en lo que va de este gobierno de la llamada 4a transformación, van 132 mil, de tal manera que, si las cosas continúan como van, terminará por encima de sus antecesores.

En septiembre de este año, el presidente hizo valer su derecho de iniciativa preferente, en donde reconoce que su estrategia falló, dando un giro de 180 grados donde busca no solo dejar al Ejército, sino darle facultades plenipotenciales, por ejemplo:

1. Tendrá facultad para ejercer el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional, es decir; control del dinero.
2. Podrá efectuar operaciones de apoyo a las instituciones de Seguridad Pública, algo que ya venían haciendo y como lo comentamos, AMLO lo criticó durante 2 sexenios. (tengan, para que aprendan).

Más que una solución a fondo del problema, sin ningún diagnóstico, además, esta reforma parece ser un salvavidas improvisado, que pretende con él cruzar el río y así poder terminar el sexenio, aludiendo que sus antecesores dejaron un gran problema en materia de Seguridad Pública y que solo con estas acciones ahora sí se obtendrán los resultados esperados.

A dos años y dos meses de terminar esta gestión, se dieron cuenta que no les iba a alcanzar el nado, es por eso que se le dieron más facultades al Ejército en materia de Seguridad Pública, buscando dar oxígeno a un problema tan complejo.

Y para rematar, en el camino, un partido político de la alianza opositora a la 4T, se le ocurre la gran idea, que el Ejército no esté solo hasta el 2024 (como lo había propuesto AMLO en un inicio), sino que se amplíe hasta el 2029, por una reserva quedó en 2028. Con esto solo se puede concluir lo obvio, el problema que hoy tenemos, no se va resolver en este sexenio, y si no fuera así ¿por qué ampliar la presencia del Ejército hasta más de la mitad de la próxima administración?

POR RUBÉN GUAJARDO

*Diputado local del PAN en San Luis Potosí y Presidente de la Comisión de Seguridad

MAAZ

 

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